LEGISLATURA

La disputa por la agenda progresista

La oposición se puede dar en distintos niveles, pero en el Poder Legislativo se da la mayor parte de esta

OPINIÓN

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Daniel Serrano / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México.Daniel Serrano / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Puede parecer ocioso tener que señalar a que se refiere denominar a una fuerza política como de oposición, pero la forma mas sencilla intentando no ser simplista es decir que los partidos políticos que no logran el triunfo electoral por si mismos o en coalición son por lo tanto partidos de oposición. Esta oposición puede ser sólo a las decisiones gubernamentales, puede ser a un modelo económico político o incluso una oposición ideológica. 

¿Y esto por qué es un asunto de todas y todos? Porque el Legislativo es el contrapeso y es importante recordar que morena tuvo la mayoría en el poder legislativo en la pasada legislatura, que esa fuerza fue resultado del gran empuje del liderazgo de AMLO y que por lo tanto se esperaba no sólo una oposición férrea aun gobernador acusado de hacerse del encargo con la compra de votos; también se esperaba que lo que propusiera en contraste con un régimen conservador fuera una agenda de ampliación de derechos y libertades. 

El lento paso de aquella legislatura fue superado casi inmediatamente por la rápida marcha del movimiento social, particularmente por el movimiento feminista que de no ser pon la pandemia hubiera terminado por desmoronar al régimen priista del EdoMex con no pocos daños colaterales en morena.

La agenda de derechos de la comunidad LGBTTTIQ+ fue conquistada prácticamente por las y los colectivos con, aunque valioso, poco respaldo de diputadas y diputados, sobresaliendo la diputada Beatriz García mujer formada no en Morena sino en el movimiento social desde sus orígenes familiares. 

La negativa y hasta el maltrato a las colectivas promoventes de la despenalización del aborto tuvo pocos respaldos legislativos también de aquella bancada mayoritaria de Morena y nulo respaldo de la Junta de Coordinación Política, que a la fecha no ha entregado responsables o una explicación satisfactoria sobre los hechos de violencia en contra de las activistas; sin embargo, algunas diputadas dieron la cara aún sabiendo que no contarían con el respaldo de su grupo parlamentario como Alicia Mercado, conocida defensora de los derechos humanos de las llamadas minorías y particularmente de los grupos vulnerables o el caso de Elba Aldana promotora incansable del derecho de la población a la certidumbre jurídica de la tenencia de la tierra. 

Ahora con una correlación de fuerza distinta en la legislatura actual llama la atención que sea el PAN (el siempre conservador PAN) quien coloque el foco sobre la “Ley Olimpia” sobre la violencia digital, o que sea el PRI (el siempre acomodaticio PRI) quien enarbole la armonización legislativa para la despenalización del aborto. Hoy queda más claro que morena es la oposición en EdoMex, pero no se sabe a que se opone en lo gubernamental, en lo político-económico, menos aún en lo ideológico. Si es nebuloso a que se opone es casi invisible el qué propone cuando la disputa por la agenda progresista parece, al menos en el discurso, tener otras y otros protagonistas.

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