Tres en Raya

El vagón, los 45 minutos y la mentira

Y sí, aunque ya conocemos los “otros datos” en diversos rubros, debemos aceptar que hay de simulaciones a simulaciones y esta en específico, son palabras mayores

El vagón, los 45 minutos y la mentira
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

A falta de una, vimos al presidente AMLO asegurar en dos ocasiones que se trasladaban a bordo “del tren que lleva al aeropuerto de Santa Lucía”. Lo que es más, que en este se puede llegar al AIFA en 45 minutos desde la CDMX. La verdad es otra: no existe la tecnología de un tren eléctrico en México —no aún— para lograr hacer el recorrido de la estación de ferrocarriles de Buenavista al aeropuerto en ese lapso de tiempo (con una velocidad superior a los 180 km/hr). Todo lo anterior es tan solo parte de sus “otros datos”.

El video compartido por López Obrador el domingo pasado, donde iba en un vagón a Santa Lucía descansa en diversas falsedades, lo cual hace del video una simulación, un montaje y un engaño. No se niega que viajaba en un vagón de tren, pero este es el de Kansas City Southern de México (KCSM), el cual ofrece un servicio ejecutivo y turístico. NO llega a Santa Lucía, tan solo lo bordea, además de que no hay planes para que esas vías y ese trazado ingresen a dicho aeropuerto en algún momento. El vagón en cuestión estaba siendo empujado por una locomotora de diesel. El aeropuerto tampoco tiene los trenes de alta velocidad, ni la infraestructura para los mismos. Sin olvidar que no hay vías que ingresen a Santa Lucía (de ningún tipo) y tampoco hay infraestructura de llegadas/salidas en Buenavista para tal propósito.

La reflexión es imprescindible, ya que el gobierno federal miente de esa forma descarada a la ciudadanía. ¿Por qué ese montaje tan gigante engaño para simular? ¿Por qué hacer una “cabaña Potemkin” pero en vías de comunicación? ¿Por qué se prestaron todos los que aparecieron en el video a tan tremenda burla? Nadie se atreve a decirle al emperador que está mintiendo. Tal vez porque buscan que en marzo se entregue un edificio aeroportuario, pero sin vialidades.

Y sí, aunque ya conocemos los “otros datos” en diversos rubros, debemos aceptar que hay de simulaciones a simulaciones y esta en específico, son palabras mayores.

Sin embargo, al respecto de Felipe Ángeles no es la “mayor” simulación. Hay una que no se podrá concretar aunque se quiera, esto es, por más que se empeñe la 4T en ello: obtener los permisos de aeronavegabilidad internacionales, con los cuales actualmente no cuenta el aeropuerto de Santa Lucía.

El famoso sistema aeroportuario, que pretende tener operando a los tres aeropuertos a su máxima capacidad al mismo tiempo, es también otro timo. No podrán trabajar de dicha forma y tendrán que hacer malabares para operar conjuntamente, si acaso, de manera parcial.

Las nuevas rutas de aproximación que se diseñaron para el AICM impiden el uso del aeropuerto de Toluca en este momento; el cual no está recibiendo vuelos comerciales, solamente privados y de carga. Establecidas las nuevas rutas, si hay actividad normal ahí, las líneas aéreas se ven imposibilitadas por las agencias internacionales de usar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Adicionalmente, hay niebla en Toluca muy frecuentemente.

Más allá de lo que se diga, si un aeropuerto quiere estar considerado a nivel internacional y sus aeronaves aseguradas para volar, debe estar también incluido en la norma de certificación. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles no se encuentra registrado dentro de la misma.

En suma, tener un aeropuerto NO certificado hará —entre otras cosas— que las líneas internacionales de tráfico aéreo no consideren Santa Lucía como una alternativa aeroportuaria.

Las simulaciones, todas juntas, están por estrellarse contra la pared. Santa Lucía no operará a su máxima capacidad, al tiempo que reducirá el flujo en el AICM y, lo que es peor, pondrá en riesgo a quienes desde, o hacia, ahí vuelen.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

PAL

Temas