ANÁLISIS

Desprecio a la ciencia y la técnica

Hemos sido testigos de cómo, de manera recurrente, en este gobierno se ataca a las instituciones de educación superior, una verdadera desgracia

OPINIÓN

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Jorge Romero / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desde el inicio de la presente administración, ha sido evidente en casi todas sus acciones de gobierno y comunicación, el desprecio a la ciencia y a la tecnología por parte del oficialismo y sus emisarios.

Hemos sido testigos de cómo, de manera recurrente, se ataca a instituciones de educación superior, lo que representa una verdadera desgracia. Dichos ataques ponen en evidencia que no se entiende que la educación, la ciencia y la tecnología no sólo son fundamentales para cualquier país, sino que son, además, la máxima inversión y apuesta que debe hacer un gobierno que desee un crecimiento y desarrollo sostenible futuro.  Lamentablemente, la llamada 4T considera que es un gasto superfluo e innecesario.

En múltiples ocasiones hemos denunciado los ataques directos y mediáticos a diversas instituciones, entre las que se cuenta la propia Universidad Nacional Autónoma de México; ataques que, lejos de aminorar, cada vez van escalando, siendo más autoritarios, abusivos y vulgares.

La más reciente muestra de ello, es lo que está sucediendo con el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que atraviesa por un proceso de imposición y avasallamiento, pues, con presiones, lograron que el doctor Sergio López Ayllón presentará su renuncia como director general. Y, obviando el proceso de elección, como lo marca su reglamento interno, donde debe de ser tomada en cuenta la Comisión de Dictaminación Académica, se nombró un director interino, afín al oficialismo; acción que fue denunciada por la secretaria técnica, quien se manifestó en contra de este proceso impositivo, provocando de inmediato su despido.

Es importante destacar que el CIDE, fundado en 1974 (hace 47 años), durante estas casi cinco décadas ha dado testimonio de excelencia académica y de pertinencia social. 

Por sus acciones, todo hace suponer que este régimen ve como sus enemigas a la inteligencia, la ciencia y la técnica. El CIDE ofrece las tres funciones de una universidad: docencia, investigación y extensión. En docencia, imparte tres doctorados, ocho maestrías y cuatro licenciaturas; cuenta con seis divisiones con reconocimiento internacional: administración pública, economía, estudios internacionales, estudios jurídicos, estudios políticos y, finalmente, en el área de historia.

En el mundo académico, las decisiones se toman por comités, y por lo que se conoce como pares académicos. Las decisiones trascendentes no las toma un director, las toman precisamente los que están involucrados en la tarea académica. 

Lo que se ha hecho en esta nueva administración ha sido suspender y violentar, primero, los derechos laborales de los trabajadores; segundo, el estatuto del personal académico y, tercero, de una manera autoritaria, violando lo que establece con toda claridad el estatuto, el que las evaluaciones tengan presencia del director y de otros pares de carácter académico.  Se trata de actos de autoritarismo que carecen de legalidad y carácter académico, violentando la normatividad del CIDE.

El CIDE y las demás instituciones académicas que se vean atacadas por parte del oficialismo, cuentan con Acción Nacional para defender su autonomía y libertad de cátedra de los ataques injustificados de la mal llamada cuarta transformación. Basta de autoritarismo, las instituciones se respetan.

POR  JORGE ROMERO 

DIPUTADO COORDINADOR DEL GPPAN

@JorgeRoHe

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