Ante el reciente aplazamiento que tomó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), de posponer temporalmente las actividades de la revocación de mandato por falta de recursos, de nuevo las huestes presidenciales salieron una vez más a atacar este organismo que desde un principio se volvió el objetivo del Presidente para ser suprimido de un plumazo.
Y al parecer la encomienda es mostrar al INE, como ineficiente, nada confiable y como el enemigo número uno ante la falsa democracia de este gobierno autonombrado transformador, que usa una consulta como acto propagandístico donde se aplicaría un derroche de recursos en un intento que simula la participación ciudadana.
Y que ahora se pospone por la falta de recursos, mismos que fueron recortados por los legisladores de Morena y sus aliados, por instrucción presidencial y por capricho no contemplaron el costo de la consulta popular que tanto quiere el Presidente.
Hoy que el INE, no cuenta con el dinero suficiente para realizarla, lo más fácil que hizo este gobierno, fue amenazar a la institución, al presidente y a sus consejeros con ejecutar acciones penales, todo por no hacer realidad la fantasía de un ególatra.
Este movimiento desarrollado por el ejecutivo y su partido, fue de una forma tan malintencionada y perversa, porque primero exige una consulta de revocación de mandato, después quita el presupuesto necesario para realizarla para obligar al INE a posponerla, y de esa manera lograr el objetivo de destruir las instituciones y debilitar a la democracia.
Te puede interesar: Tauromaquia
Recordemos la infinidad de veces que el Presidente ha lanzado amenazas, denostaciones, e injurias contra el INE y demás organismos autónomos a los que ha llamado viciados, neoliberales y parte del régimen del pasado, y que desde que inició su gobierno ha buscado la manera de desaparecerlos.
Para 2022 están programados por la Constitución, elecciones para el cambio de 6 gubernaturas, 25 diputaciones locales, 39 ayuntamientos, y entre ellos, la revocación de mandato, misma que fue solicitada por el ejecutivo durante su larga campaña y que a tres años de su gobierno, puede ver que tiene números favorables de popularidad, pero negativos en cuanto a la gestión de su administración y por ello la andanada contra el INE.
Este plebiscito que todavía no se realiza, lleva grabado la cara de una democracia fallida y secuestrada por un gobierno autoritario, que únicamente quiere eliminar al INE y que las elecciones se hagan como a la vieja usanza de Bartlett, “se nos cayó el sistema”.
Sin el INE, no habría democracia, esa misma democracia que llevó a López Obrador a la silla presidencial, aquella que soñó por muchos años, vemos que el INE no es el enemigo de la democracia, el enemigo es la 4T.
POR JULEN REMENTERÍA
COORDINADOR DEL PAN EN EL SENADO
@JULENREMENTERIA
SIGUE LEYENDO
IMSS: Deporte, la mejor medicina preventiva (2)
Lecciones de Seguridad Nacional
CAR