COLUMNA INVITADA

La alcaldesa sola en la montaña

Gobernar es un ejercicio que requiere de escuchar e incluir las voces de quienes habitan en el lugar que se gobierna

OPINIÓN

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Temístocles Villanueva Ramos / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Un hombre grita solo en la montaña. Está solo, no hay nadie. Lo único que escucha, es el eco de su propia voz. Esta es una figura metafórica que proviene de la literatura cuando se trata de hablar de los hombres y mujeres a quienes el poder, ciega, aísla y ensordece. No quiero ser el primero en señalarlo, pero como ciudadano y vecino de la Cuauhtémoc no puedo evitar pensar que eso es lo que está ocurriendo en la Alcaldía Cuauhtémoc: una alcaldesa sola, gritando en la montaña, escuchando su propio eco.

El viernes 19 de noviembre, la alcaldesa de Cuauhtémoc participó en la Mesa de Trabajo con la Comisión del Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Ciudad de México, para discutir y definir el presupuesto que le será asignado para el siguiente año. Este tipo de mesas son fundamentales en la construcción de un presupuesto democrático y plural, que represente los intereses y necesidades de la ciudadanía, e incluya a todos los niveles y órganos de gobierno. Con todo y que la importancia de estas mesas, como parte del proceso para la aprobación del Plan de Egresos 2022, no está puesta a discusión, la nueva alcaldesa decidió no usar el tiempo que tenía para exponer su Proyección Presupuestal y estableció, de entrada, que estaba ahí para escuchar y responder dudas. En otras palabras, se reservó el derecho de hablar y defender el presupuesto para ejecutar el plan de gobierno para el año que viene.

El problema, no obstante, no radicó en que no sólo decidió no presentar su proyecto presupuestal a las y los diputados responsables de hablarlo, sino que tampoco se permitió escuchar. Como bien indicó uno de mis compañeros diputados, parecía que estaba ahí más para evaluar lo que las y los diputados sabían del escueto proyecto enviado por la administración de la Alcaldía a la Comisión responsable del Congreso. Así, la conversación se centró, no en las múltiples necesidades sociales que existen en la Alcaldía, la cual tendrían que ser representadas por quien debería representar a las y los vecinos como gobierno local; sino en la justificación de los “proyectos emblema” presentados por la nueva Administración y de los potenciales recortes a programas sociales.

De la transformación de la Zona Rosa en un pasillo turístico estilo Las Vegas, a un rescate de mercados con un presupuesto inferior al destinado en administraciones anteriores; la propuesta para el supuesto rescate de los espacios y edificios públicos no encuentra solidez ni claridad respecto al destino de los recursos. Por el contrario: áreas vitales como cultura no tienen presupuesto previsto en la Proyección hecha por la Alcaldía, sino que se planea solventar eso con contrataciones y convenios con actores particulares. En pocas palabras: pese a que existe un aumento en el techo presupuestal propuesto por la Jefatura de Gobierno y la Secretaría de Finanzas de la Ciudad, no hay claridad sobre la continuidad de los programas sociales, y los proyectos bandera no tienen claridad de su impacto social.

Hago un llamado a la nueva alcaldesa a que no gobierne sola en la montaña. Gobernar es un ejercicio que requiere de escuchar e incluir todas las voces de quienes viven, trabajan y transitan en el lugar que se gobierna. Entender que los ejercicios de gobierno abierto y las mesas de trabajo sobre temas tan cruciales como el presupuesto, así como la división de poderes, tienen fundamento y son necesarias como parte del juego democrático en una Ciudad plural, como la nuestra.

POR TEMÍSTOCLES VILLANUEVA RAMOS
DIPUTADO LOCAL DE MORENA
@TEMISTOCLESVR

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