Con el debate nacional sobre la reforma a la industria eléctrica que impulsa Andrés Manuel López Obrador presidente de México en el Congreso de la Unión, el protagonista es el litio. El litio es un metal alcalino que por su poca reactividad se encuentra libre en la naturaleza. Es relativamente abundante en nuestro planeta por lo que su precio es accesible.
Desde el siglo XX se utiliza para diversos procesos industriales, pero cuando se descubrió su eficiencia para almacenar electricidad, se produjo una verdadera revolución tecnológica por su uso en la fabricación de pilas para la telefonía celular. Con el desarrollo de los autos eléctricos, las pilas de ion litio juegan un papel fundamental para el abandono de los combustibles fósiles y con ello alcanzar las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Ante este panorama mundial, el gobierno mexicano ha visualizado en los yacimientos de litio ubicados en Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas y Sonora, según datos de la Secretaría de Economía, un importante potencial económico para nuestro país. Tan es así que, en la reforma del presidente López Obrador, se propone que la explotación del litio sea una atribución exclusiva de la Nación al grado de advertir en su conferencia matutina que, si este precepto “no pasa”, el gobierno mexicano negará todas las concesiones para la explotación de este elemento.
Pero ¿cuánto tiempo pude durar la "fiebre del litio"? es incierto, pero ante el desarrollo de la tecnología, en la búsqueda de nuevos materiales, podría ser muy poco tiempo. El gigante chino CATL anunció hace dos semanas que ya desarrolló pilas de ion-sodio con mayor eficiencia en altas y bajas temperaturas y cargas completas en 15 minutos. El sodio también es un metal alcalino, mucho más abundante en la naturaleza que el litio y por lo tanto infinitamente más barato. Si a esto sumamos que la empresa australiana Graphene Manufacturing Group anunció su próximo lanzamiento de sus pilas de iones de aluminio y grafeno, tres veces mas durables y tres veces más rápidas en su recarga, el futuro a corto plazo para el litio no se ve prometedor.
Valdría la pena que el gobierno mexicano revisara la apuesta al litio como estrategia económica, porque si tomamos en cuenta la lentitud con la que se toman las decisiones en México y las luchas políticas sobre este y otros asuntos, no vaya a suceder que cuando estemos listos para extraerlo, nos haya ganado la carrera el sodio, el aluminio y el carbono, y el litio sólo nos sirva para fabricar medicamentos antidepresivos.
Corazón que sí siente
Los científicos mexicanos acusados de delincuencia organizada comparecen ante la FGR, confiados en la imparcialidad que les prometió Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN. La independencia de los poderes logra que las cosas avancen.
POR JESÚS MARTÍN MENDOZA
JESUS.MARTIN.MENDOZA001@GMAIL.COM
@JESUSMARTINMX
CAR