El gobierno de Joe Biden representa una oportunidad para una nueva colaboración entre los gobiernos de Estados Unidos y México, dijo el representante (diputado) Jesús Chuy García.
En lo que bien podría considerarse como un mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador, el legislador estadounidense nacido en México afirmó que el recién iniciado régimen Biden reconoce los trabajos y la importancia de México como país, así como el papel de los migrantes mexicanos y los méxico-estadounidenses.
"Ambos Presidentes deben trabajar juntos", opinó.
Y al mismo tiempo, el político demócrata señaló la importancia de los grupos hispanos, particularmente los méxico-estadounidenses, en la política doméstica de su país adoptado.
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El mensaje es claro. Al mismo tiempo que los presidentes López Obrador y Biden parecen haber iniciado un nuevo diálogo, algunos representantes de la comunidad méxico-estadounidense indican también su apertura a renovar contactos.
Es en cierta forma una oferta de conciliación que va más allá de la persona de García, que el año pasado criticó al gobierno de López Obrador, al considerar como innecesario el acercamiento hacia Trump en plena campaña presidencial y su demora en felicitar a Biden por su victoria. Esta vez prefirió destacar las posibilidades de apoyo.
La irritación del legislador reflejó, en su momento, la de muchos en la comunidad latina en general y los méxico-estadounidenses en particular, debido a lo que se consideró como un espaldarazo político a Trump sin considerar las opiniones de una población mayormente atacada por el ahora exmandatario.
Para García, hoy por hoy los temas importantes de la relación bilateral son vencer el COVID, migración, comercio y narcotráfico, pero también el enorme respaldo que significan los mexicanos en Estados Unidos, particularmente en forma de remesas.
Biden "prefiere buscar el acercamiento y la cooperación", precisó el legislador.
El demócrata, que representa un distrito de Chicago con fuerte presencia mexicana, reiteró que la relación con Trump no debe verse como un impedimento para establecer vínculos con el nuevo Presidente estadounidense.
Sin embargo, sus señalamientos pusieron también en claro que para muchos en Estados Unidos la responsabilidad por la relación entre los dos países estará sobre todo en los hombros de AMLO.
No es que el régimen de Biden vaya a ser un observador inmóvil ni mucho menos, pero algunas de sus políticas son un cambio radical respecto a las de Trump y dependerán en buena medida de las respuestas del gobierno mexicano.
Y desde el punto de vista estadounidense, el poder está cada vez más centralizado en el presidente López Obrador.
De ahí la importancia de la puerta abierta que deja García. No es una propuesta del gobierno estadounidense, pero sí una señal de que al menos un sector de la comunidad méxico-estadounidense está abierta al diálogo.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1