DOMINIO PÚBLICO

¿Las mañaneras de AMLO son propaganda política? Esto dice el INE

El Instituto Nacional Electoral busca controlar Las Mañaneras de López Obrador en el periodo de campañas para las elecciones de 2021

OPINIÓN

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Dominio Público - Carlos AllendeCréditos: El Heraldo de México

El nuevo round entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el INE promete una dura batalla en el Tribunal Electoral: Las mañaneras son el centro de la discusión. El Instituto Nacional Electoral la considera como propaganda del gobierno; AMLO y sus lacayos dicen que es una fuente de información invaluable para la población. ¿Quién tiene razón?

El INE usa como base el artículo 41, Fracción III, Apartado C de nuestra Constitución donde dice que toda propaganda gubernamental se debe suspender durante el tiempo que dura la campaña. Este criterio fue el mismo que usó en 2019 (para las elecciones en Baja California, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas, Aguascalientes y Durango) y en 2020 (para las de Coahuila e Hidalgo). ¿Qué cambió ahora? Pues que el control en la Cámara de Diputados, y por ende su agenda legislativa del resto de su sexenio, está en juego.

Del otro lado, se argumenta que Las Mañaneras son un evento lleno de información útil para la ciudadanía y que por eso no debería ser objeto de ningún recorte. Cualquiera con un poco de sensatez admitiría que sí hay informes que sí ayudan a tener más y mejor información. Lo que el INE intentaría limitar son las reflexiones que hace AMLO sobre “los conservadores”, “sus adversarios”, “los corruptos”, etc., que tienen una fuerte carga propagandística. Decir que “la alianza opositora quiere quitarle el dinero a los pobres” es un clarísimo esfuerzo para influenciar el voto. Ese comentario no cumple con los estándares de equidad e imparcialidad, es una opinión del ciudadano Presidente sustentada en nada.

Este viernes en la tarde, el Consejo General va a votar sobre la lista de temas que López Obrador deberá evitar para que se garantice el piso parejo que él mismo exigió cuando fue opositor en 2006. La propuesta es que AMLO evite hablar sobre candidaturas y vida interna de los partidos (locales y nacionales), etapas del proceso electoral, coaliciones, alianzas, campañas y propuesta electorales, además de encuestas de preferencias.

Seguramente Andrés irá con sus amigos en el Tribunal Electoral para intentar darle reversa a las restricciones y para como hemos visto la actuación de los magistrados, la decisión es de pronóstico reservado. Con la ley en la mano, se deberían confirmar los criterios del INE, pero ya sabemos que en este país deberían pasar muchas cosas.

López Obrador tiene que entender que su palabra importa y tiene mucho peso. Ser el presidente de este país no sólo implica que puedes dar órdenes y te contesten con un “Sí, señor presidente”, como siempre lo soñó. Siendo el primer mandatario de este país debería ser el primero en encarnar los valores democráticos plasmados en nuestra Constitución y que él mismo ayudó a construir cuando fue oposición.

No me deja de sorprender que alguien que se llame democrático no respete las leyes alrededor del acto sagrado de la democracia: las elecciones. Es un testamento más a eso que predomina entre la 4T: que se cumpla ley, pero en los bueyes de mi compadre.

Para llevar

El tema central que veo en Twitter, Facebook, YouTube, etc., es que sus políticas sobre el contenido son demasiado ambiguas y las aplican a discreción. Si alguien se pone vivo, podría crear una calca del modelo de negocio de esas plataformas, pero con la diferencia de ser muy claro e implacable con las políticas de contenido. Esa sería una buena forma de forzar a las grandes empresas a tomar ese camino. Tomará tiempo, pero vale la pena.

No hay derechos absolutos.