Desde el inicio de la pandemia todo apuntaba a una pésima estrategia a nivel federal empezando por la situación sanitaria en la que no hubo protocolos adecuados, la desinformación fue una constante y la falta de toma de decisiones que ayudaran a reducir las consecuencias que se avecinaban en la economía, misma que a nivel mundial estaba siendo fuertemente impactada por la llegada del COVID-19.
En México la situación fue todavía peor pues únicamente destinó en apoyos fiscales el 1.1% del PIB de 2019, lo que puso a nuestro país entre los cinco países en aplicar menos gasto público en América Latina según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Mientras que la calificadora Moody’s ubica a nuestro país entre los últimos lugares solo por encima de Uganda pero muy por debajo de Argentina, Brasil o Zambia. El resultado tan sólo en el Valle de México ha sido el cierre de 13 mil 500 restaurantes y el semáforo rojo forzaría a que 122 mil vuelvan a cerrar y la pérdida de 450 mil empleos formales.
Te podría interesar
El cacerolazo del pasado lunes etiquetado #AbrimosOMorimos es el resultado de un bomba de tiempo para todos esos emprendedores que al no ver soporte han utilizado sus ahorros para seguir manteniendo la nómina así como también la inversión que realizaron para adecuar los lugares con las medidas de protección y sanitarias que requería el gobierno, esto según la carta firmada por más de 500 restauranteros de la Ciudad de México y del Estado de México. Por otro lado, Braulio Arsuaga, Presidente del Consejo Empresarial Turístico (CNET), ha dejado claro que no hay empresa que pueda soportar una situación así por más de 12 meses con únicamente el 30% de los ingresos.
Es urgente que morena instrumente un paquete de medidas de apoyos que incluyan el Ingreso Básico Universal como lo ha pedido la oposición desde hace más de seis meses, pues no es suficiente la condonación del impuesto sobre nómina para enero como informó el gobierno capitalino.
Es tiempo de que el Gobierno federal se ubique en el reto que tiene frente a él, pues es incomprensible que en estos momentos se haya asignado un contrato de 103.5 millones de pesos para un estadio de béisbol. La situación actual frente a la pandemia es alarmante, por mucho que salga el tabasqueño a decir que “ya vamos de salida” y que la economía se recuperará en el primer trimestre del año, la realidad a la que se enfrentan los mexicanos es otra. Es hora de que el presidente ya tenga los datos reales.
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL