GOL GANA

Pumas-Cruz Azul

El 4-0 en el juego de vuelta, además de darle el pase a la final a los de la UNAM, dejó asuntos esperanzadores que vale la pena compartir en estas líneas

OPINIÓN

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Poncho Vera/ Gol Gana/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El pésimo partido de Pumas y el certero desempeño cementero daban argumentos muy creíbles para pensar que el 4-0 era insuperable. Bendito futbol que cuando quiere nos da lecciones de vida.

Sí, de lo que pasó en el Olímpico Universitario podemos, si no aprender, sí confirmar, con hechos tangibles, valores esperanzadores de la existencia misma. El 4-0 en el juego de vuelta, además de darle el paso a la final a los de la UNAM, dejó asuntos esperanzadores.

Nunca hay que dejar de luchar, independientemente de que no se hubiera conseguido el resultado, nuestra responsabilidad, y nuestro compromiso, es el de caminar hacia adelante hasta que suene el silbato, hasta que termine la vida.

No perdamos la esperanza; aunque parezca que todo está perdido, soñemos. Que sea la ilusión lo que nos impulse a no rendirnos. 

Aprendamos de nuestros errores; si en la primera oportunidad nos equivocamos, hagamos lo posible por no cometer las mismas equivocaciones en la siguiente opción que se nos presente.

Creamos en nosotros mismos, en nuestros compañeros. Si para algo nos hemos preparado, no dudemos de nuestras capacidades para sortear cualquier obstáculo o dificultad que se nos presente. Podemos, claro que podemos, aunque las opiniones en nuestra contra sean la mayoría.

El futbol, como cualquier otra competencia deportiva, nos puede enseñar muchas cosas. 

Lamento, por otra parte, la actitud de un par de muy talentosos jugadores del Cruz Azul: Orbelín Pineda y Roberto Alvarado, quienes aún con el juego de ida en disputa, con un abultado marcador a su favor de 3-0, se pusieron a payasear en la banca jugando a que eran trabajadores de la televisión, colocándose audífonos y micrófono con notables risas. Mientras su equipo daba una estupenda exhibición futbolística, y sus rivales corrían detrás del balón avergonzados, ellos mostraban una actitud burlona, de relajación, y de grosera superioridad. Saber ganar y respetar al contrario es un importantísimo valor deportivo.

Hablar de “cruzazuleadas” es injusto, le resta mérito a la exhibición puma, llena de ímpetu, valor, orden, táctica y valentía. Honor a quien honor merece.

Me siento profundamente agradecido con los Pumas por habernos regalado una noche mágica y aleccionadora. Estoy verdaderamente orgulloso de su lucha y orgullo.

Por unos momentos me olvidé de un sinnúmero de problemas y de situaciones adversas. Me sentí alegre y motivado a seguir adelante; sospecho que a muchos les pasó igual.

Goya, por ti, Universidad

POR PONCHO VERA
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@PONCHO-VERA