Más allá de las elecciones estadounidenses y la crisis creada por la pandemia del COVID-19, otras situaciones con posible repercusión mundial se desarrollan de tal forma que tienen, y tendrán, un impacto geopolítico mundial.
Son China y Rusia en paralelo, y por separado. No son jugadores nuevos en el tablero, pero sus posiciones las llevan a aliarse frente a EU y sus coaligados.
La República Popular China reacciona con creciente dureza frente a lo que considera como posiciones antagónicas de otros países.
"Cada vez más, usa su poderío económico como un arma, para castigar a estados que critican su belicosa conducta o sus violaciones a los derechos humanos", afirma un análisis de la firma Eurasia Group.
El actual diferendo entre China y Australia es visto como un ejemplo de lo que viene.
El gobierno chino estaría particularmente molesto por las posturas del primer ministro australiano, Scott Morrison, que ha sido crítico de las acciones de Beijing en Hong Kong, propuso una investigación sobre el manejo chino de la pandemia, así como la exclusión de la empresa Huawei de su red 5G y hasta informes de la prensa australiana, según una lista de 14 puntos publicada el mes pasado.
China impuso una serie de aranceles sobre productos australianos como vino, carne de res, cebada y carbón que amenazan 20 mil millones de dólares en exportaciones australianas.
Para Australia, el problema es que 30 por ciento de sus exportaciones son hacia China, situación que la hace vulnerable a presiones, de acuerdo con debates en el Parlamento.
Pero anunció ayer una asociación con Estados Unidos para desarrollar misiles hipersónicos, como los que China y Rusia afirman tener. Es además, parte del grupo de espionaje de los cinco ojos, con EU, Canadá, Gran Bretaña y Nueva Zelanda.
La otra, es el análisis ruso de su actual modelo económico y las aparentes propuestas de hacer cambios que mejoren su situación sin abandonar el predominio estatal.
"Aproximadamente la mitad de sus exportaciones son de recursos minerales y los ingresos del petróleo y el gas representan alrededor de 30 por ciento de su presupuesto federal (eso excluye los ingresos fiscales de los gigantes del petróleo y el gas como Rosneft y Gazprom)", señaló la organización Geopolitical Futures.
Desde el imperio de los zares hasta la fecha, los diversos regímenes rusos han tenido una sostenida visión geopolítica, renovada especialmente tras la disolución de la Unión Soviética y el colapso económico de los 90.
Pero una buena parte del resurgimiento de Rusia en los últimos años ha sido gracias a las exportaciones de gas y petróleo, usadas tanto como herramienta de presión, y fuente de recursos para sostener su aparato gubernamental y presionar a adversarios o consolidar aliados, sobre todo, en su vecindad inmediata.
Y no se les puede ignorar.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1