TRES EN RAYA

La visión marxista de López-Gatell

¡Qué pronto olvidó que los hospitales privados han ayudado en la pandemia!

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Con más de 115 mil muertos y un millón 267 mil contagios, Hugo López-Gatell no sólo continúa con su errática o nula estrategia para combatir el COVID-19, sino ahora también arremete contra los empresarios.

¡Qué pronto olvidó que los hospitales privados han ayudado a lo largo de toda la pandemia! Incluso, dando atención a asegurados del IMSS y afiliados del sistema de salud pública que han sido referidos por dependencias federales desbordadas.

Me parece que tampoco cae en cuenta que la gran mayoría de las vacunas que llegarán a México habrán sido desarrolladas por la IP. Una industria de científicos sustentada en un empresariado al que aquí, en nuestro país, cada día se apoya menos.

El comentario del coordinador en México de la estrategia contra la pandemia, respecto del apoyo que ofrece la IP, a través del CCE, al plan nacional de vacunación es desafortunado. ¿Qué sentido tenía precisar que la IP no se refiere a que ayudará con la distribución y aplicación de las vacunas, sólo con el fin de inocular a los empresarios? Incluir esta precisión, al dar a conocer las pláticas que se sostienen, tuvo la intención de ahondar en las diferencias entre el gobierno y el empresariado.

El epidemiólogo sabe que poco importa que haya aumentado la capacidad hospitalaria en el país si, al mismo tiempo, 75% de los mexicanos no tienen inmunidad al COVID-19. Ello demuestra que la mentada “inmunidad de rebaño” es una falsedad más de las muchas vertidas por el galeno en cuestión.

Pero, independientemente de ello, ¿por qué continuar sembrando cizaña en la relación con la IP, por lo que al sector salud se refiere? En lugar de aprovechar que a través de los empresarios, un mayor número de personas podrán ser informados en su lugar de trabajo sobre la importancia de esta vacuna en particular, y de otras en general, así como apoyar a que la gente sea vacunada en un menor periodo de tiempo; López-Gatell prefirió enfatizar dos cosas en relación a la participación del empresariado (y universidades privadas) en el proceso de vacunación: (1) “[hemos dejado] muy en claro que esto no se trata de vacunar prioritariamente a dueños de empresas” y (2) que los hospitales privados no pueden adquirir (ni comercializar) las vacunas anticovid. No por ahora, al menos.

Hay contribuciones del sector privado que deberían de destacarse. En Jalisco, por ejemplo, un grupo empresarial compró un congelador de características especiales para poder salvaguardar las vacunas a temperaturas por debajo de los -70 grados.

Desde luego que lo propuesto por los empresarios tapatíos y por el CCE debería multiplicarse en todos los estados. Sin embargo, la actitud y posicionamientos de López-Gatell poco están ayudando.

La 4T, iniciando con su zar anticovid, debe de tener la madurez requerida para encarar la necesidad de poder trabajar de manera conjunta con empresarios y también, por cierto, con autoridades locales. No se puede tornar el derecho a la vacunación en un momento electorero o político para inducir el voto. Tampoco es momento para conducir la estrategia y los esfuerzos anticovid con base en fijaciones de corte ideológico. Es la oportunidad, ahora sí histórica, de que se logre un nivel adecuado de vacunación.

Ojalá López-Gatell ya no le dé entrada a su visión marxista en todo este largo y difícil proceso.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM