COLUMNA INVITADA

Pablo Amílcar Sandoval: cuatro características de un nuevo perfil político

Pablo es el único que combina conocimiento académico (es economista de la UNAM, la mejor universidad del país) con posgrado en Yale

OPINIÓN

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Luis Esteban Islas Bacilio / Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Uno de los estados donde hay mayor competencia para elegir a un nuevo gobernador es Guerrero. Pero la contienda no es entre partidos, sino al interior de Morena, que lidera las preferencias por un margen de tres a uno de acuerdo a todas las encuestas publicadas. Pero de los 18 aspirantes registrados para ganar la candidatura de Morena, nos parece que Pablo Amílcar Sandoval es quien representa un nuevo perfil político, tal vez el arquetipo de la 4T.

Primero, es un aspirante todo terreno. Para un estado que se distingue por la pobreza y la desigualdad, se necesita un gobernante que sea sensible a la realidad social de los más vulnerables y, al mismo tiempo, capaz de impulsar con efectividad el crecimiento de la economía.

De todos, Pablo es el único que combina conocimiento académico (es economista de la UNAM, la mejor universidad del país) con posgrado en Yale (una de las 10 mejores universidades del mundo), con la práctica cotidiana del servicio público y la política legislativa, así como una formación familiar de lucha social. Sólo a él lo hemos visto igual de cómodo con el pueblo Na Savi en La Montaña, que haciendo diplomacia en Taxco con el embajador estadounidense, o defendiendo la política social en las conferencias matutinas del Presidente.

Segundo, es un político eficaz que siempre ha entregado resultados. En la campaña presidencial de AMLO en 2012, coordinó con éxito las acciones en Oaxaca y Guerrero. En 2015, como candidato a gobernador refrendó el registro de Morena y construyó, desde entonces y hasta 2018, la segunda mejor votación para AMLO en el país. Como diputado local y presidente de la junta de coordinación Política empujó acuerdos como diputado en el Congreso local y alcanzó números impecables como delegado federal en Guerrero.

Tercero, y más importante en la 4T, es un político honesto. Hasta el proceso electoral, no había estado involucrado en un solo caso de corrupción. Y de las acusaciones que ha recibido en estos meses, ha explicado y salido ileso de todas. Desmintió que había sido omiso en su declaración patrimonial, demostró que su patrimonio no creció como servidor público, fue absuelto por el tribunal electoral de las acusaciones que le hicieron por unos espectaculares y ya ha aclarado que la camioneta en la que acudió a su registro como precandidato no está blindada, no es de Morena sino de un amigo universitario, ni vale varios millones de pesos, como señalaron algunos +.

Cuarto, es el candidato de las mujeres. Es el único que busca reconocer y defender los derechos de las mujeres e impulsar su participación política en altos cargos de gobierno. Ha apoyado y defendido la agenda de género, sin cortapisas y frente a cualquiera, en sus recorridos por el estado de Guerrero y ha incorporado a las mujeres como coordinadoras de su movimiento en toda la entidad: en Acapulco, Atoyac, Chilpancingo, Iguala, Ometepec y Zihuatanejo; las mayores promotoras de Pablo son mujeres de Morena.

POR LUIS ESTEBAN ISLAS BACILIO
COLABORADOR