COLUMNA INVITADA

Nuevas dinámicas en Asia

No se puede decir que es inminente el cambio de la estructura creada tras la Segunda Guerra Mundial

OPINIÓN

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Adolfo Laborde/ La Nao de China/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Al examinar los retos de China en el contexto postCOVID-19, en un programa especial de la internacionalista Rina Mussali a transmitirse en el Canal del Congreso, compartí opiniones con el diputado Alberto Villa Villegas, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores y presidente del Grupo de Amistad México–China y dos grandes expertos de la región de Asia-Pacífico, los doctores Enrique Dussel y Arturo Oropeza.

Debatimos temas como los retos para la nueva administración de Joe Biden en la región, la llamada “Guerra Fría 2.0”, que trasciende el choque comercial y tecnológico entre el gigante asiático y Estados Unidos; el programa de la Ruta y la Franja, la nueva geopolítica y geoeconomía creadas por la transición de poder y el ascenso de China como actor global hegemón y, por supuesto, las perspectivas de su relación bilateral con México en la era postCOVID-19.

Hablamos del impacto de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) que representará 30% del PIB mundial y un gran reto para los países que no lo integran, especialmente para los miembros del T-MEC y la Unión Europea. 

Coincidimos en que entender a China y la región del Asia Pacífico implica un análisis profundo, a partir de la historia y los cambios planteados los últimos 40 años al proyecto de largo plazo, y que creo culminarán en 2049, en el primer centenario de la fundación de la República Popular de China.

Pese a los grandes logros chinos en el contexto económico y financiero internacional, no podemos decir que sea inminente la transformación de la estructura creada tras la Segunda Guerra Mundial, es decir, los organismos financieros internacionales (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional), la actual Organización Mundial del Comercio y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés). 

Probablemente las reglas del juego se harán más democráticas, a través de la nueva visión china sobre la globalización y la gobernanza global. Pero hay discrepancias que opacan la visión triunfalista y polarizan los cambios. 

Las divergencias comerciales entre Australia y China; las disputas territoriales en la región; la presencia militar de Estados Unidos y su ambigua relación con Taiwán, y la postura crítica de occidente sobre la política de derechos humanos y apertura política de China, especialmente en Hong Kong. La cereza del pastel es el tratamiento del gobierno chino a algunas minorías. Son señales de que las dinámicas económicas y políticas que experimenta Asia no serán aterciopeladas. 

Queda claro que si el nuevo RCEP, un mecanismo de desgravación arancelaria, ha puesto del mismo lado en lo comercial, a China, Corea y Japón, no se olvidan asuntos históricos pendientes entre ellos, y presentes en su realidad cotidiana. 

Como anotan los doctores Dussen y Oropeza, hay que ahondar en el análisis para entender estas dinámicas que son, precisamente, procesos en movimiento.        

POR ADOLFO LABORDE
* ANALISTA INTERNACIONAL