Alejandro Moreno no cabía de la emoción cuando celebró que el PRI “no había muerto” porque arrasó en las elecciones de Coahuila. Los analistas ignorantes no tardaron en decir que la victoria del Partido Revolucionaro Institucional era síntoma de la desorganización interna en Morena, que estaban tan ocupados dándose de catorrazos entre ellos, que no pudieron organizarse bien para ganar en dicho estado.
Otra gran conclusión fue que el abstencionismo en Coahuila era síntoma del hartazgo de la sociedad; esta es la conclusión más básica que se puede hacer en un “análisis” político. Esos pseudoanalistas no hablan más que desde su propia ignorancia, los llamo ignorantes porque no revisaron el elemento más básico en el mundo periodístico: los datos.
Si revisamos el abstencionismo en las elecciones directamente equivalentes (intermedias locales) en Coahuila, la conclusión del “hartazgo” se desvanece en el aire. En 2008, el abstencionismo fue de 60 por ciento; en 2014 fue 61 por ciento y este año también fue de dicho porcentaje. En todas esas elecciones, el PRI ganó todos los distritos electorales; por más que algunos se sorprendan por su ignorancia, en Coahuila todo sigue igual.
¿Por qué digo que el PRI no ganó en Coahuila? En los hechos sí lo hizo, claro que sí. Pero si revisamos los números, Morena fue el gran vencedor. En agosto de 2014, al poco tiempo de ser fundado, no alcanzó a participar en esas elecciones; en términos estrictos, este fue su primer ensayo en Coahuila e hicieron historia. Nunca antes un partido de izquierda había superado el cuatro por ciento de la votación en dicho estado; este 2020, el partido de AMLO obtuvo casi 19 puntos porcentuales: un resultado histórico. Así también fue histórico el reducido nivel de votos para el PRI: en 2008 obtuvo el 63 por ciento, en 2014 el 59 y hace unas semanas capturó el 49 por ciento de los votos.
Por eso es que el PRI realmente no ganó en Coahuila. Es cuestión de tiempo para ver si a Morena le alcanza el impulso para las elecciones a gobernador en 2023 y logra tumbar al tricolor. Sólo el tiempo lo dirá.
Este es el tipo de datos que podrás encontrar a partir de hoy todos los martes y viernes en este espacio que bauticé como “Dominio Público” porque, al final, lo que nos importa es de dominio público.
Para llevar
Probablemente no te suene el nombre Mara Elena Hermelinda Lezama. Ella es alcadesa de Cancún, fue elegida en 2018 bajo los colores de Morena, pero no parece muy alineada con algunos conceptos básicos de la 4T. Resulta que medios locales la están señalando de tener su propia Casa Blanca.
Su residencia está en el condominio Puerto Cancún, donde las casas no bajan de 20 millones de pesos. ¿Cómo le hizo una alcadesa para comprar ese calibre de inmueble?, con una movida ya muy conocida. En su papel de presidenta municipal, le cedió a la Casa Club del condominio Puerto Cancún (la dueña original de la casa) un terreno de 15 mil 871 metros cuadrados, que era parte de la Reserva Ecológica del Fonatur y catalogado como área natural por el propio ayuntamiento de Cancún.
Ese terreno ahora será usado para desarrollos residenciales y comerciales. Lo bueno es que Mara Lezama pudo pasar los duros tiempos de la cuarentena en una casa con dos pisos, alberca, jardín y muelle propio. Nosotros los pobres.