DESDE AFUERA

Reinstitucionalización de las relaciones

Luego de años de vínculos más amplios y profundos, las llegadas de Trump y AMLO, marcaron un cambio

OPINIÓN

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José Carreño Figueras/ Desde Afuera/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Aunque la relación entre Estados Unidos y México será menos ríspida de lo que algunos esperan, una de sus viejas-nuevas características que ofrecerá será la situación en México y sus efectos darán suficientes complicaciones como para recordar viejos tiempos.

Tras años de vínculos cada vez más institucionalizados, más amplios y profundos, representados en un creciente número de encuentros presidenciales, las llegadas de Donald Trump a la Casa Blanca y de Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional, marcaron un cambio.

Entre 1990 y 2016 los presidentes de Estados Unidos y México se reunieron en 52 ocasiones, una buena cantidad si se considera que entre 1900 y hasta agosto de 2020 hubo 85 encuentros.

Ciertamente no se trató de deshacer las relaciones, y los vínculos de colaboración se han mantenido hasta ahora, pero la prevalencia de las motivaciones políticas del Presidente fue muy visible en el caso estadounidense.

El cambio se marcó especialmente con las declaraciones de Trump sobre su propuesta de construir un muro en la frontera con México y las visitas que el entonces presidente Enrique Peña Nieto canceló por ese motivo, pero no impidió que la conexión y la colaboración se sostuvieran.

Las presiones de Trump continuaron con su política migratoria, en cuyo marco amenazó con imponer tarifas a la importación de productos mexicanos a menos que el gobierno de México, ya presidido por López Obrador, impusiera controles al paso de migrantes centroamericanos hacia EU. 

Recientemente, el arresto del exsecretario de Defensa, el general Salvador Cienfuegos en Los Ángeles, obligó al gobierno López Obrador a presionar por su devolución a México para ser investigado aquí. 

Y mientras las reuniones presidenciales alcanzaron un pico entre 1990 y 2016, el cambio durante la era Trump fue notable. Trump y Peña Nieto se reunieron un par de veces en el marco del G20 en Hamburgo, en 2017 y en Buenos Aires en noviembre de 2018, para firmar ahí el nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

López Obrador realizó una polémica visita a Washington a mediados de 2020 para aparecer junto a Trump en la firma de la versión final del T-MEC.

Hubo otros cambios. En la era Trump, la relación pasó sobre todo por un canal específico, el representado por Jared Kushner, yerno y asesor del mandatario, que se encargó de la relación bilateral y el entonces secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, amigo y hombre de confianza de Peña Nieto, fue el encargado inicial.

Con la llegada de López Obrador al poder en México la tendencia se acentuó. Como líder de un movimiento que controla gran parte de los puestos políticos y administrativos del país, puede ser visto como uno de los presidentes más fuertes en muchos años.

Pero ahora, con la elección de Joe Biden, la relación regresará en el lado estadounidense, a una formulación más institucional. 

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1