LEONARDO DA VINCI

Da Vinci: el ingeniero-mago. Tercera parte

Uno de los aspectos fascinantes de su obra es su interés en el diseño de máquinas y en el estudio de fenómenos físicos; su curiosidad no tenía límites y lo llevaron a saltar de un tema a otro

OPINIÓN

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Bernardo Noval/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México: EspecialCréditos: Especial

Sin embargo, pocas de las ideas e inventos de Leonardo Da Vinci parecen haber sido realizadas materialmente y utilizados; la mayor parte de ellos eran una exploración, ideada por el pensamiento y dibujada por la mano.

Durante sus años en la corte de los Sforza en Milán, Leonardo era famoso no sólo como artista, sino también como ingeniero mecánico. Sus deberes como pintor de la corte e “ingeniero ducal” incluían, además de la pintura de retratos, una variedad de pequeños trabajos de ingeniería que exigió ingenio y habilidades en el manejo de materiales; inventó un gran número de dispositivos durante este tiempo, que le confirió una gran reputación como “ingeniero-mago”.

De todas las máquinas imaginadas por Leonardo, sus artefactos voladores son los que han despertado mayor admiración; el sabio renacentista confiaba en poder encontrar el secreto del vuelo estudiando el ala de las aves. Así, diseñó una máquina que es “universalmente reconocida como la primera y genial anticipación del vuelo vertical”; se trata del denominado “tornillo aéreo”, antepasado de los modernos helicópteros. Si bien Leonardo no logró descifrar los secretos del vuelo, llegó a diseñar un dispositivo que efectivamente permitiría a un hombre arrojarse sin peligro desde cualquier altura y que hoy llamamos paracaídas.

El agua fue una de las mayores obsesiones de Da Vinci y gran parte de su trabajo científico estuvo dedicado a comprender el movimiento, circulación y características físicas del agua en sus diferentes formas. Sus diseños relacionados con el líquido elemental abarcaron inventos como la campana de buceo, un dispositivo para impulsar buques, un precursor del submarino y un salvavidas para asistir a los hombres que cayeran al mar.  Asimismo, durante sus años en la corte de los Sforza mejoró los sistemas existentes de canales, inventó máquinas especiales para cavar canales, y hábilmente insertó pequeñas presas en los ríos para evitar daños a las propiedades a lo largo de sus bancadas.

Entre los grandes intereses de Leonardo figuran también las máquinas de guerra, la mayor parte de su trabajo para los gobernantes militares consistió en el diseño de estructuras para defender y preservar los pueblos y ciudades inventando una  multitud de máquinas; entre ellas catapultas, una ballesta gigante, una especie de ametralladora, cañones mejorados, un puente portátil y carros de combate con cuchillas.

Sólo con el paso del tiempo y el avance de las ciencias y las técnicas, se ha visto que muchos de sus diseños eran correctos, aunque en su mayoría no pudieran funcionar con los materiales de su época, o bien las fuentes de energía que los podían animar entonces eran insuficientes.

Da Vinci fue un innovador que excedía las experiencias acumuladas de su época, pero al mismo tiempo la época que le tocó vivir fue un período oportuno en el que constantemente se podían generar ideas nuevas. Sin duda, su mente era privilegiada y estuvo despierta a todas las cosas nuevas por descubrir; era tan genial que partiendo de los conocimientos que poseía lograba vislumbrar más allá de lo que se podría esperar.

POR BERNARDO NOVAL 
CEO MUST WANTED GROUP
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