COLUMNA INVITADA

Felipe Ángeles: la lealtad, la eficiencia y el honor

La vida ejemplar de Ángeles es importante hoy en día, porque el Ejército Mexicano ha cobrado una enorme dimensión con las nuevas tareas que le ha encomendado el gobierno de López Obrador: Manejo de la Guardia Nacional, que en realidad es una institución castrense

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena/ Columna Invitada/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El General Felipe Ángeles ha sido uno de los personajes –militar y políticamente— más importante de la Revolución; se desempeñó en el Ejército Federal bajo la presidencia de Porfirio Díaz, pero no combatió a los revolucionarios con las armas en la mano, porque estaba becado en Francia, dada su alta capacidad como matemático y artillero; vuelve a México y el Presidente Madero lo nombra Director del Colegio Militar, es ahí donde ambos personajes (los únicos que recibieron educación en Europa) coincidían a plenitud en el aspecto ideológico.

Ángeles permaneció detenido al lado de Madero y Pino Suárez en el Palacio Nacional los días previos al proditorio homicidio de los mandatarios, él pensó que también sería fusilado, no obstante, Huerta no lo hizo, pero sí lo consignó y Ángeles tuvo que salir del país. En esta etapa demostró su lealtad a las instituciones civiles que representó Francisco I. Madero.

Regresó nuevamente a México, se incorpora con Venustiano Carranza en pleno movimiento revolucionario y es nombrado temporalmente secretario de Guerra y Marina, distinción de muy corto plazo, pues, el general Álvaro Obregón se opuso; él prefiere la acción bélica y solicita su incorporación con Francisco Villa, para demostrar su enorme capacidad como artillero, siendo el artífice de las fundamentales victorias de Torreón y Zacatecas, así, demostró su eficiencia, respetando las normas humanitarias de un Ejército moderno. 

Participa de manera intensa en la Convención de Aguascalientes; consigue la participación del zapatismo en este cónclave y logra que se adopte el Plan de Ayala como bandera del mismo; así, manifestó su clara ideología revolucionaria.

Vuelve a salir del país y regresa en 1918 para ser aprehendido en 1919, juzgado por un Consejo Militar y finalmente fusilado, no sin antes dejar un claro testimonio –en el Teatro de los Héroes de Chihuahua— de su pensamiento y de su patriotismo.

La vida ejemplar de Ángeles es importante hoy en día, porque el Ejército Mexicano ha cobrado una enorme dimensión con las nuevas tareas que le ha encomendado el gobierno de López Obrador: Manejo de la Guardia Nacional, que en realidad es una institución castrense; Control de Aduanas y Puertos; Construcción de las principales Obras planteadas en el gobierno en las que,  por cierto, el aeropuerto lleva el nombre del general Ángeles. Estas nuevas funciones necesariamente van a influir en el futuro próximo en una nueva correlación de fuerzas, donde será fundamental que el Ejército Mexicano recuerde el legado histórico de Ángeles: lealtad institucional, eficiencia y respeto al honor militar.

Vivimos un tiempo en que los Ejércitos constituyen una pieza angular de la historia.

En estos días ominosos, en los Estados Unidos, además del absurdo alegato de fraude que sostiene el Presidente Trump, acaba de cambiar los mandos militares cuando sólo faltan dos meses para concluir su mandato; habría que recordar una de las frases lapidarias que pronunció el General Felipe Ángeles en el juicio que hemos referido: “…un Ejército formado por hombres de todas las clases sociales es lo mejor; así podrá servir a la patria en el momento oportuno. Estos son hombres libres que jamás se someterán a un tirano…”

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM