Es importante no dejar pasar sin análisis las reuniones regionales y los dos procesos de votación que marcan el momento histórico que atraviesa la región hemisférica, que incluyen la participación de los cancilleres americanos en el diálogo político regional de esta semana.
Inició la 50 sesión de la Asamblea General de la OEA con el lema "Enfrentando los desafíos de COVID-19 en el Hemisferio: un enfoque colaborativo para abordar vulnerabilidades y construir resiliencia en tiempos de crisis, con base en los cuatro pilares de la OEA". Organizada el 20 y 21 de octubre desde la sede en Washington, D.C. es virtual, como la de la ONU.
Este año se presenta una agenda que refleja los temas más polémicos que han dividido a la región. Se realizaron sesiones de diálogo con representantes de los observadores permanentes, sociedad civil, trabajadores, sector privado y otros actores con jefes de delegación y la Secretaría General, que reflejan la grave situación durante la pandemia.
En las plenarias se incorporaron los reportes de las partes del sistema interamericano, la cuestión de las Islas Malvinas, la situación de los derechos humanos y de las mujeres, cuestiones jurídicas y el informe del Banco Interamericano de Desarrollo.
Después de un año de divisiones políticas, se ha conocido de recientes acciones de la OEA con relación a las tensiones internas en algunos países de la región. Tal es el caso de la situación en Venezuela y Nicaragua, los avances o falta de progreso respecto a la agenda del organismo.
Una buena noticia ha sido el pronunciamiento de la Misión de Observación Electoral de la OEA que reconoce la participación cívica de la sociedad boliviana en las elecciones del pasado domingo. En contraste, en la Asamblea de la OEA se ha incorporado el tema de la situación de tensiones políticas y sociales en Nicaragua.
Mientras el acceso es posible en directo vía internet en tiempo real, las conclusiones del encuentro se presentarán el jueves 22 por la mañana, en conferencia encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores de Bahamas, Darren A. Henfield y la Secretaría General de la OEA.
Los eventos de esta semana marcan importantes hitos en la historia regional. Se estima que concluirá con los resultados finales de la elección boliviana y con la celebración del referéndum en Chile sobre la posibilidad de apertura de un nuevo proceso de reforma constitucional a un año del estallido social.
El tono y resultado de los encuentros políticos y civiles de esta semana, en los que han tenido voz las más altas representaciones de los estados de la región, sin duda reflejan el rumbo de los posicionamientos internacionales de la región. Ante todo, de las tendencias en la política de convivencia regional.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ
CATEDRÁTICA