En un mundo cada vez más digitalizado, las pugnas geopolíticas han encontrado un nuevo campo de batalla: los algoritmos. Estados Unidos y China compiten no solo en el ámbito económico o militar, sino también en el ciberespacio, donde las grandes plataformas tecnológicas definen qué información se consume y cuáles narrativas prevalecen.
Para analizar este fenómeno, el maestro Israel Piña, experto en comunicación digital, habló con José Carlos Nava en El Heraldo Radio Laguna sobre los mecanismos de control que operan en redes sociales y la relevancia que tienen en el contexto global actual para las naciones.
De acuerdo con el experto, el mundo experimenta el conflicto entre oriente y occidente que se dio en los 80 entre Rusia y Estados Unidos tiene un símil en los tiempos actuales, pero en esta ocasión se da por medio de los canales de información y la comunicación masiva que se da a través de plataformas digitales y redes sociales.
"Es una guerra fría que no se libra con misiles ni ejércitos, sino con datos, algoritmos y plataformas digitales. Es una lucha silenciosa, pero feroz, que afecta lo que vemos, lo que creemos y cómo interpretamos la realidad", dijo.
El control de las redes sociales crea agendas y radicaliza a las personas
De acuerdo con el especialista en comunicación, el objetivo de las potencias es mantener la atención de millones de personas por medio de los algoritmo dentro de las redes sociales. De esta manera, se busca fomentar cierto tipo de información que los haga quedar bien ante sus rivales.
La creación de burbujas informativas puede reforzar las creencias de las personas, censurar las narrativas contrarias, lo cual fomenta ideologías que pueden ser aprovechadas por los países.
“Hace unos días, por ejemplo, una cuenta de TikTok con millones de seguidores en México, crítica del gobierno de AMLO, fue suspendida. Esto no es un caso aislado: también hemos visto cómo plataformas como X (antes Twitter) y Facebook han limitado el alcance de ciertos periodistas críticos de Donald Trump o eliminado contenido propalestino”.
El licenciado en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México aseguró que ya no es necesario estos espacios son tan bien valorados por los gobiernos que se convirtieron en un activo que todos quieren dominar o tienden a destruir cuando no les brindan beneficios.
Al respecto mencionó la prohibición que hizo el presidente Donald Trump sobre TikTok se debió a que no tenía un control sobre la plataforma. Para esto, recordó que el mandatario norteamericano apeló a que había un riesgo de seguridad nacional y creó la idea de que era necesario que esta empresa tecnológica fuera comprada por algún inversor de Estados Unidos.
Mark Zuckerberg y Elon Musk: aliados de Donald Trump en la guerra digital
De acuerdo con el maestro en Periodismo por el CIDE, Mark Zuckerberg, dueño de Meta, y Elon Musk, CEO de X, son jugadores clave en la disputa por el control de la atención de la gente y la difusión de propaganda. Por una parte, el creador de Facebook ha eliminado la verificación de hechos y además se relajaron los controles sobre los discursos de odio.
Por su parte, el de la red social antes llamada Twitter se encarga de permitir la difusión de mensajes que polarizan la sociedad. De acuerdo con el especialista, ninguno de los dos tiene la intención de proteger la libertad de expresión, sino fomentar condiciones para que se puedan dar a conocer mensajes que posicionen mejor a Estados Unidos.
"Al final, esta guerra no es solo sobre política, sino sobre dinero y poder. El que controle el algoritmo tendrá el poder de moldear la percepción de la realidad y, en consecuencia, influir en procesos electorales, en movimientos sociales y en la economía global", dijo. .
De acuerdo con Israel Piña, el público puede evitar caer en esta cadena de desinformación por medio del cuestionamiento de la información que consulta. Aseguró que contrastar fuentes de información y entender que el contenido que llega a través de los dispositivos móviles viene filtrado para tratar de influenciar en la opinión pública.
"Como lo menciona Byung-Chul Han en Infocracia, el poder ya no se ejerce sólo a través de la violencia, sino mediante la acumulación y el control de datos. La información es el nuevo territorio en disputa y, mientras los ciudadanos no sean conscientes de ello, las corporaciones y los gobiernos seguirán moldeando la realidad a su conveniencia".
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