Un nuevo caso de violencia ocurre en calles del estado de Durango donde un hombre atacó a una mujer que presuntamente sería su expareja porque no le hizo caso una vez que se volvieron a ver. Previamente el sujeto realizó agresiones y físicas par terminar abalanzado para morder la mejilla de la mujer.
Tiempo después el sujeto fue detenido por las autoridades de la entidad, sin embargo, de manera previa realizó una serie de empujones para terminar agrediendo físicamente a la mujer. Fue un guardia de seguridad de la empresa Mafer quien intervino para separar al agresor.
Seguir leyendo:
Cae Damaris "N": la dueña del "El Perro Salado" que abrió otro bar y fue detenida en la Cuauhtémoc
¿Qué pasó en la estación Coyoacán de la Línea 3 del Metro? Reportan retrasos en varias estaciones
Dictan orden de aprehensión en contra del senador electo Miguel Ángel Yunes
Agresor fue trasladado al MP para determinar su situación legal
Minutos después, fue entregado a elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Protección Ciudadana (DSPMPC) que acudieron al llamado de auxilio. Los hechos ocurrieron al interior de una factoría ubicada en la carretera Gómez Palacio-Gregorio García del ejido El Cariño.
La víctima fue identificada como Diana Laura de 25 años, quien acusó a su expareja de que la interceptó, insultó, agredió y provocó heridas en una de sus mejillas, por lo que solicitó ayuda de los paramédicos del área quienes acudieron para valorarla y desechar heridas graves.
Por lo anterior José Manuel fue aprehendido y trasladado a modulos de prisión, donde espera que el Agente Investigador del Ministerio Público de la Vicefiscalía de la Región Laguna determine su situación legal. Se espera que pueda recibir un castigo por violencia de género.
Niveles de violencia según el Violentómetro Mexicano
El “Violentómetro” contiene una clasificación de las diversas manifestaciones de violencia en la pareja, un material gráfico y didáctico en forma de regla que consiste en visualizar las diferentes manifestaciones de violencia que se encuentran ocultas en la vida cotidiana y que muchas veces se confunden o desconocen.
Considerar que la violencia y el amor son compatibles (o que ciertos comportamientos violentos son una prueba de amor) justificaría los celos, el afán de posesión y/o los comportamientos de control como muestra de amor, pero eso es violencia, no es amor.
Foto: SEGOB / Twitter
