Pese a la presión de ambientalistas en la frontera sur, la alcaldesa de Tapachula, Rosa Irene Urbina Castañeda, ordenó la poda y remoción total de árboles emblemáticos en el parque central Miguel Hidalgo.
El ecocidio en manos de ayuntamiento de Tapachula, se efectuó en horas de la madrugada, para que la población en general no se percatara de lo sucedido.
En el sitio, maquinaria pesada realizó la aniquilación de estos árboles, que formaban parte de las jardineras de dicha plaza pública, lo que ha dejado desprotegidas a cientos de aves que habitaban allí.
La obra, criticada por ser innecesaria una renovación de dicho parque, está catalogada con un presupuesto de 35 millones de pesos. También ha sido demolida la estructura de una fuente, que por años se exigió fuera rehabilitada y estaba convertida en un canal de agua negras.
En total, una decena de arbustos que generaba sombra y abrigo a aves, han sido echados a la basura sin ningún tipo de tratamiento y planeación que permitirá su rescate y reubicación. Miembros de la Estación Cultural también criticaron severamente la decisión de la presidenta municipal.
“Lleguen al atardecer, y se darán cuenta de que varias especies de aves, a partir de hoy, ya no tendrán en donde dormir. La estupidez humana no tiene límites”, señalaron.
Cámaras empresariales en la frontera sur, como el Procentro, han criticado severamente la acción de la alcaldesa de Tapachula, ya que se pidió una consulta ciudadana para votar si se realizaba esta obra o no, pero impuso el proyecto ahora el centro de la comunidad luce sin vegetación.
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