La violencia ejercida por las bandas del crimen organizado en la zona norte de Jalisco y zona sur de Zacatecas impacta diversos ámbitos de la población: economía, salud y movilidad. También afecta las expectativas y los sueños de los jóvenes, quienes se enfrentan a la disyuntiva de estudiar o integrarse a las filas delincuenciales.
“Estamos compitiendo con la delincuencia organizada. Es una opción de vida: la delincuencia organizada o la educación superior, en este caso, el Centro Universitario del Norte (CUNorte). Se ha construido un proceso de análisis del entorno, qué deviene a estas juventudes, trabajar, soñar en que podemos construir un espacio más positivo para estos jóvenes. Ha sido todo un reto. Nos hemos puesto creativos para buscar alternativas. Apostarle a la educación va a ser una tarea permanente. El acceso a un aula puede marcar la vida de una persona, puede abrir sus esperanzas”, subrayó la jefa del Departamento de Cultura, Justicia y Democracia del CUNorte, Elvia Susana Delgado Rodríguez.
En Navidad, cuatro jóvenes desaparecieron en Colotlán. Viviana y Daniela Márquez Pichardo, Irma Paola Vargas Montoya y el estadounidense José Melesio Gutiérrez Padilla fueron hallados posteriormente sin vida, en una fosa clandestina en el municipio de Tepetongo, Zacatecas.
Esta escandalosa tragedia, que se hizo viral en internet, causó consternación, pero también logró visibilizar la situación de inseguridad en la zona, aseveró el rector del CUNorte, perteneciente a la UdeG, Uriel Nuño Gutiérrez, al tiempo de reconocer que los muchachos quieren ir a la escuela, pero temen ser desaparecidos en los trayectos.
“Ha sido problemática desde hace tiempo, la movilidad. En el Centro Universitario tenemos matrícula y planta docente de 10 municipios al norte de Jalisco y también 10 municipios del sur de Zacatecas, les implica moverse todas las semanas. Hemos aprendido autocuidado. Ahora que se abrió el registro en febrero para los nuevos ingresos, hay muchos jóvenes que manifestaron tener la intención de seguir estudiando, pero estaban evaluando lo que implicaba moverse de sus municipios al centro universitario en Colotlán”.
Por su parte, el antropólogo Jorge Alonso enfatizó que “la estructura de narcoestado, donde imperan el crimen organizado y las bandas protegidas invaden recursos naturales, el despojo y la intimidación de las comunidades. Ante esto han tenido (los pobladores) que ver cómo defenderse del despojo, creando estructuras y maneras de protección. Este crimen organizado que está destruyendo nuestros pueblos de diferentes maneras, no solamente incorporándolos (a los jóvenes) sino destruyendo su misma salud”.
El CUNorte cuenta con una matrícula de 2,231 alumnos, además de 26 profesores de tiempo completo y tres investigadores (en el SIN). El sistema de educación que se imparte está basado en la multiculturalidad. Es decir, los programas educativos se aterrizan a la realidad del entorno y la comunidad wixárika participa activamente en el diseño de la investigación y comparte conocimientos y haberes de pueblos originarios. En el CUNorte los maestros son hablantes de la lengua materna. Por lo que el Centro es pionero en el rescate, conservación y divulgación de la lengua madre de las comunidades indígenas. Este mes se realizará el Encuentro de Especialistas del Norte de Jalisco y Sur de Zacatecas para analizar la situación que enfrenta la región.
SIGUE LEYENDO:
Capacitan a mujeres para utilizar la bici en Jalisco
Tragedia en Zacatecas: civiles armados asesinan a cuatro personas en Guadalupe
PAL