El gobernador Rubén Rocha Moya negó que el “blindaje” de seguridad en las fronteras de Sinaloa haya sido vulnerado con la incursión de los supuestos criminales procedentes de Baja California que durante algunas horas se ocultaron en un motel de Culiacán.
En cambio, el mandatario aseguró que todo fue parte de una estrategia bien calculada por parte de autoridades de ambos estados para capturar a los delincuentes que pretendían llegar a Jalisco, pero fueron frustrados el 15 de julio al ser detenidos por autoridades de Sinaloa en posesión de droga.
Con ello, el mandatario estatal echó abajo la versión inicial sobre una supuesta denuncia anónima por el secuestro de una mujer, pues en su declaración dejó entrever que los agentes estatales ya sabían por quienes iban.
“Hay todo un procedimiento de seguimiento y llegó el momento en que el blindaje que tenemos operó, inmediatamente vimos que se estacionaron en un lugar y ahí fue donde se operó. Aquí en Sinaloa se logró detectar con la cooperación de Baja California.
Delincuentes no fueron cuidadosos
Detalló que la triangulación de teléfonos fue pieza clave para conocer su ubicación y darles seguimiento, ya que, desde su punto de origen, los presuntos delincuentes no fueron cuidadosos con sus llamadas.
“Es que es la inteligencia policial, ¡Sabes cómo!, pues traían sus teléfonos, ¿sabes cómo certificaron los policías nuestros?: ya habiéndonos reportado los teléfonos de haya, ahí mismo marcaron con los teléfonos que se hallaron y contestaron los dos teléfonos que eran de su propiedad, entonces se les dio seguimiento.
Fue este día cuando en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, fueron trasladados al Centro Federal de Rehabilitación Social número 8 de Guasave, luego de que ayer miércoles se celebrará la audiencia inicial en la capital sinaloense.
El proceso de vinculación en contra de los seis detenidos continuará el lunes 22 de agosto, debido a que la defensa solicitó la duplicidad del término constitucional para obtener pruebas a favor de sus clientes.
dhfm
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