A partir del próximo 4 de septiembre se retomará el precepto de la Santa Misa dominical y de las demás solemnidades prescritas en el Derecho de la Iglesia, en los templos de las arquidiócesis de Toluca, Tlalnepantla y México, con lo cual, los fieles podrán comulgar, una vez que lo más difícil de la pandemia ha pasado, que el acceso a la vacuna se ha ampliado y que las actividades han vuelto a la normalidad.
Autoridades de dichas arquidiócesis señalaron que la Sagrada Comunión se podrá recibir, en la boca o en la mano, conforme lo soliciten los fieles, cuidando en ambas modalidades el profundo respeto a la Sagrada Eucaristía y la oportuna prudencia en el cumplimiento a las medidas sanitarias.
En un comunicado enviado a los sacerdotes y fieles de las diócesis que conforman las provincias eclesiásticas de Toluca, Tlalnepantla y México, destacaron que las personas mayores y quienes se encuentren enfermos, así como quienes los cuidan, están dispensadas de este precepto; por lo que, seguirán valiendo los medios digitales.
Las tres provincias eclesiásticas, comprenden 16 diócesis en total; cada una con un promedio de cien templos, aunque la de Tlalnepantla tiene más de 200.
La provincia de Tlalnepantla está conformada por las diócesis de Tlalnepantla, Cuautitlán, Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, Texcoco, Valle de Chalco y Teotihuacán.
La provincia de Toluca, cubre los municipios de Toluca, Atlacomulco y Cuernavaca; mientras que la de México, está conformada por la diócesis de México, Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco.
Los obispos de las diócesis, después de escuchar a algunos fieles, sacerdotes e instancias de sus Iglesias, se reunieron para discernir sobre la participación de todos los bautizados en la misa dominical y en la forma de distribución de la comunión.
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Se decidió retomar el precepto de la Santa Misa dominical, “ya que tenemos necesidad de estar presentes en aquella cena, de escuchar la voz de Cristo, de comer su Cuerpo y beber su Sangre”.
Destacaron que los protocolos de salud para reducir el contagio de Covid-19 fueron asumidos con responsabilidad por las comunidades parroquiales, comprometidas en cuidar la salud, en una cultura de prevención y de respeto a la dignidad de cada persona.
“Sabemos que el encuentro con Cristo lleva a elevar la apreciación de la Santa Misa, así como su proyección en la vida. La normativa de la Iglesia no tiene otro propósito que puntualizar, de manera vinculante, la grandeza de la celebración de la Santa Misa”.
En documento, firmado por José Antonio Fernández Hurtado, arzobispo de Tlalnepantla; Raúl Gómez González, arzobispo de Toluca y por Carlos Cardenal Aguilar Retes, arzobispo primado de México, se exhorta a los sacerdotes que acompañen y orienten a los fieles a vivir y revalorar la Santa Misa como centro y raíz de la vida cristiana, “sabiendo que Dios nos asistirá con su gracia, bendiciéndonos solícitamente con frutos de santidad en la Iglesia”.
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