Una mezcla entre un milagro y el talento de los médicos que trabajaron para salvar el brazo de un menor de edad es como la familia del niño que fue atacado por un lobo en un zoológico del municipio de Nezahualcóyotl ve la conclusión de esta historia.
Pese a que el pasado 7 de mayo todo lucía desalentador para el menor que estuvo a punto de ser amputado, las horas que los especialistas invirtieron en la cirugía permitieron que este conservara su articulación.
Lejos han quedado los momentos en los que el niño no podía contener el llanto después de haber sido mordido por el animal en el Parque del Pueblo.
Ahora, ambos decidieron ir a la Basílica de Guadalupe para agradecer que la intervención de los especialistas del Hospital General La Perla de Nezahualcóyotl y del Hospital Regional de Zumpango logró que la vida del pequeño siguiera con normalidad.
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Durante su recuperación el menor estará sometido a usar un yeso, así como unas varillas de metal que fijan la articulación para impedir su movimiento.
Quedará en el niño una huella psíquica que deberá ser atendida por especialistas y en la agenda del municipio un pendiente más para mejorar la atención en este punto de refugio animal.
El gobierno de Adolfo Cerqueda ha guardado silencio respecto al caso y además del boletín en el que informó sobre el caso, no ha brindado algún detalle sobre el avance en la salud del menor de edad.
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