El Poder Judicial en Jalisco está manipulado a capricho del gobernador Enrique Alfaro, es inexistente la separación de poderes, y prueba de ello es el despido de 98 trabajadores del Consejo de la Judicatura que externaron sus voces críticas ante hechos de corrupción, consideraron ex empleados y expertos.
Las víctimas laborales instalaron tiendas de campaña a la entrada de Ciudad Judicial. A la par, comenzaron a promover amparos que, al momento, suman 15, con los que buscan recuperar sus puestos de trabajo. Señalaron que la supuesta reingeniería interna lo que pretende es dejar una estructura judicial a modo, para defender los intereses del gobierno y vengarse de las voces críticas.
"Es un acto de transgresión. La línea de respeto en la división de poderes en Jalisco ya se rompió, quieren cercenar la voz crítica e independiente.
"Desarticularon toda la ponencia de un integrante del Consejo por indicaciones de un poder político representado por el gobernador, por el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, por las consejeras y consejeros que no dudaron ni un ápice en desarmar toda la estructura crítica del Consejo de la Judicatura", apuntó el consejero José de Jesús Becerra.
Para el maestro en Derechos Humanos por la Universidad de Guadalajara y maestro en Estudios Avanzados en Derechos Humanos por la Universidad Carlos III de Madrid, lo que ocurre en Jalisco es una vergüenza. "Se quiere el control total. Nosotros hemos denunciado el tema de adquisiciones, licitaciones que no son adecuadas.
¿Pero qué ha pasado? Después que salimos a denunciar, a la semana nos quitan al personal. Es venganza a la voz crítica, dijo.
"Tres poderes en una persona, es inconcebible. Estamos haciendo esta manifestación para evidenciar que se ha roto el hilo del respeto a la autonomía de poderes en Jalisco. Un poder judicial contaminado, a caprichos del gobernador", añadió Becerra, quien teme que la intención sea reventarlo y acusarlo de alguna ilegalidad.
Para los litigantes que arriban a Ciudad Judicial, este caso destapa la cloaca de corrupción.
"Hay una pretensión por controlar cada uno de los puntos finos que maneja el Consejo de la Judicatura, que tiene que ver con el nombramiento de los jueces y su cambio de adscripción. Está enfermo de poder.
"Además, él no lo articula directamente, es a través de ciertas personas que representan sus intereses ante el Consejo de la Judicatura. La venta del turno es algo escandaloso porque con ello se asegura que un litigante haga caer sus negocios con los jueces que sabemos se van a corromper", apuntó un abogado y académico con más de 42 años de experiencia, que prefirió proteger su identidad.
MAAZ