ZONAS ARQUEOLÓGICAS

En zonas arqueológicas de Querétaro, pugna por predios cierra el paso a legado

Una pugna por predios impide el acceso al sitio arqueológico ranas

NACIONAL

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Las zonas arqueológicas de Querétaro no se salvan de conflictos con particulares por la posesión de las tierras en las inmediaciones de los sitios. El caso más reciente en Ranas, en San Joaquín, donde el propietario cerró el acceso al centro ceremonial a cientos de visitantes, mostró la necesidad de garantizar tratos justos con los dueños de los predios, sin dejar de proteger los sitios prehispánicos.

A finales de junio se dio a conocer que, a pesar de la reapertura gradual de los sitios arqueológicos, la zona de Ranas en San Joaquín se mantenía cerrada, porque el particular, dueño del predio donde está el acceso, no llegó a un acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ni con el gobierno municipal que concluye en septiembre.

La directora del Centro INAH Querétaro, Rosa Estela Reyes García, resaltó que las declaratorias persisten en las zonas arqueológicas a pesar de la propiedad de particulares. “En el caso de Querétaro, tenemos el perímetro de Ranas, Toluquilla, Tancama y El Cerrito en Corregidora. En todos los casos, existe la delimitación de interés arqueológico y queda en el decreto donde se establece la importancia del sitio”.

Sin embargo, “en todas estas situaciones hay conflictos porque hay algunas propiedades que son privadas; en el trazo de la extensión del perímetro del monumento arqueológico hay propiedad privada”.

A lo largo de los años se regularizaron algunos espacios para tener el perímetro de cada zona arqueológica “completamente definido, cercado y con uso público que es el ideal”, así que “en el camino, pues hemos ido adquiriendo los predios que son de propiedad privada o el municipio nos ha ayudado a hacer permutas, los municipios han donado otros terrenos, para que el usuario el propietario ceda su propiedad”.

Reyes García señaló que la expropiación de un predio dentro de las zonas arqueológicas lleva más años, así que se privilegia la conciliación, porque “la gente sabe que está en un espacio decretado, sí es su propiedad, pero él tampoco tiene posibilidades de usufructuarlo, no puede construir, no puede venderlo, porque ya es propiedad de la nación”.

La llamada pirámide de El Cerrito está en medio de predios que son y eran propiedad privada. Ubicado en el municipio de Corregidora, este centro ceremonial cuenta con la ventaja de que los vecinos están más dispuestos al diálogo. “Los vecinos aman el sitio porque ahí nacieron”, así que el INAH les reconoce su legítimo derecho al espacio.

“En tanto no tengamos el recurso para comprarlo, no lo vamos a expropiar sino vamos a establecer reglas de juego de convivencia armónica. En el caso de El Cerrito, estamos avanzando de manera más o menos conciliatoria. Ya nos quedan muy poquitos en manos de particulares, como tres o cuatro y de ahí en más todos fueron adquiridos por el municipio o por la Federación y ya tenemos la poligonal completamente libre”, dijo la directora.

Este es un fenómeno muy recurrente a nivel nacional, continuó, aunque no siempre se genera una situación de conflicto de interés con los particulares y es común que se logren acuerdos, ya sea con compras justas o con permutas por otros predios con el apoyo de los municipios.

En el caso de Ranas lo que predomina son varios intentos fallidos. “Una larga historia de muchos años donde ha habido intentos de los tres niveles de gobierno de llegar a acuerdos, pero no han sido exitosos, entonces ahora estamos en una circunstancia en la que el acceso a la zona corresponde a un predio propiedad privada y el dueño no puede vender porque está intestado y nosotros no podemos comprar porque no tenemos dinero”.

El INAH confiaba en lograr un acuerdo conciliatorio para beneficio de ambas partes, ya que en Ranas todavía hay dos o tres dueños particulares, uno de ellos posee el predio donde se ubica el acceso a la zona arqueológica.

“Espero que en la administración entrante se ponga el tema en la mesa y logremos llegar a un acuerdo. Pero también, por otro lado, tenemos que encontrar salidas. Tendrá que haber recursos jurídicos que nos permitan negociar. Él también tiene derecho a esos recursos de la protección de su patrimonio, pero soy optimista de llegar a un acuerdo en los próximos meses cuando esté el presidente municipal entrante en funciones y podamos conciliar”, abundó.

Rosa Estela Reyes resaltó que el caso de Ranas se volvió crítico porque el predio en conflicto tiene el acceso al centro ceremonial. Este sitio se encuentra en el municipio minero de San Joaquín y agrupa las ruinas de una ciudad prehispánica que estuvo habitada entre los años 600 y 100 Antes de Cristo.

Consta de tres juegos de pelota con estructuras ceremoniales circulares y desde el siglo XVI fue ocupado por los chichimecas hasta el periodo de colonización. Ranas fue una de las últimas zonas arqueológicas en reabrir por la pandemia, porque no tenía condiciones para guardar la sana distancia.

La pandemia hizo que estos sitios cerraran y en ese tiempo “nos desacostumbrados al movimiento turístico y se cerraron las posibilidades de diálogo. Sin embargo, se hacen esfuerzos por la reactivación: El Cerrito, Tancama y Toluquilla ya reabrieron, “y confiamos en que pronto lo vamos a hacer en Ranas”.

La directora del Centro INAH insistió que con los dueños de predios privados de la zona de Ranas existe un diálogo abierto, “pero sólo con uno tenemos un conflicto más o menos serio, que es justamente la zona de paso, es por eso que está siendo tan crítico”.

Aunque el INAH tiene recursos jurídicos para solicitar el derecho de paso, “porque a nivel conciliatorio no fue posible”, se buscan otras salidas, para “no quedarnos con una sola opción”, así que se trabaja en un plan B.

“Seguiré pugnando por adquirir los predios y tener la poligonal completamente cercada con la propiedad federal, que sería un tema más claro, ya dejar de tener fricciones con alguien, ellos tienen derecho a pelear por su patrimonio particular y nosotros a proteger el patrimonio de los mexicanos, pero hay que ofrecer opciones”, agregó.

Por ahora, la opción más inmediata es la posibilidad de proponer una permuta de terrenos con el nuevo gobierno municipal que iniciará en octubre, tras los intentos fallidos con las pasadas administraciones. Ranas es uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de Querétaro, pero se estima que hay más de mil 200 puntos registrados con un asentamiento prehispánico importante en la huasteca y sierra gorda.

Si bien se identifican varios sitios, no pueden trabajarse porque se carece de los recursos suficientes, ya que para explorar y trabajar un sitio se necesita mucha gente y muchos recursos económicos “y no los tenemos”.

“En la sierra tenemos abiertamente sitios ceremoniales muy asociados con la minería, tenemos la presencia de la influencia teotihuacana, tenemos el desarrollo de las culturas huastecas, todos estos conocimientos que los investigadores han logrado ir avanzando a lo largo de estos años están en esa zona, Toluquilla también que tiene muchos años de trabajo realizado, además de ser un paraíso terrenal, con un significado histórico y cultural, de muchos tiempos y muchas culturas”, declaró la directora.

En todos esos sitios se tienen espacios propiedad de particulares y en todos se tiene confianza en que la conciliación es una manera de abrirlos y conservarlos en favor de la población.

MAAZ