Miguel Ángel Félix Gallardo, el “Zar de la droga”, “el Padrino”, el “Jefe de jefes”, el narco mexicano señalado como la mente maestra del tráfico de drogas ahora luce enfermo con más años de los que tiene, y tras pasar 32 años en prisión "no espera más que ser enterrado en la raíz de un árbol”.
Félix Gallardo fundó el primer Cártel que potencializó la estructura criminal en México y ahora vive ciego, en silla de ruedas y en prisión desde hace más de tres décadas.
Félix Gallardo fue el primero de los narcotraficantes en asociarse con los mandamás del tráfico de sustancias ilícitas en la década de 1980: los cárteles colombianos de Pablo Emilio Escobar y Gonzálo Rodríguez Gacha.
Miguel Ángel Félix Gallardo fundó el Cartel de Guadalajara que juntó a los líderes traficantes de las diversas regiones del occidente y norte del país como en Sinaloa, Durango, Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Baja California y Nayarit, para unirse y formar un imperio en el trasiego de droga, primero con opio y mariguana hasta ir más allá con el millonario negocio de la cocaína que los cárteles colombianos brindaron al “visionario” Felix Gallardo.
De cómo Félix Gallardo llegó a ser el “Jefe de jefes”
Nacido el Culiacán, Sinaloa en 1946, Miguel Ángel Félix fue policía judicial conocido como “madrina”, encargado de hacer procedimientos ilegales en investigaciones. En la década de 1960 fue guardaespaldas de los hijos del entonces gobernador del estado Leopoldo Sánchez Celis y justo en ese periodo se cree que tuvo sus primeros contactos en el mundo de la droga.
Con la unión que logró Miguel Ángel Félix Gallardo al llevar a un nivel empresarial al crimen del tráfico de drogas, se ganó el mote como el “Jefe de jefes”, un cartel único que controlaba toda la “industria” del narcotráfico que tenía estructuras de mando organizados casi parecido con las mafias en Estados Unidos. Alguna vez el capo contó que la DEA nombró a su organización como el Cártel de Guadalajara.
Félix Gallardo se presentaba en sociedad con la protección de las autoridades (idea compartida por especialistas) como un empresario ganadero dueño de hoteles y otras propiedades mientras administraba los vuelos narcos entre Colombia y México para abastecer la demanda de cocaína a Estados Unidos, estrategia que aprendió de sus colegas sudamericanos.
El homicidio que derrumbó al Cártel de Guadalajara
El imperio del “Zar de la droga” tomaba fuerza hasta el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar quien se infiltró en la organización y fue asesinado por Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores del cártel junto con Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”.
La agencia antidrogas estadounidense señaló a “El Padrino” como autor intelectual del homicidio del agente Camarena y en abril de 1989 con el Cártel de Guadalajara en su apogeo, Miguel Felix Gallardo fue arrestado y acusó a su compadre, el comandante Guillermo González Calderoni de traicionarlo al encabezar el operativo de su captura.
El "Zar de la droga" vivió el juicio más largo en la historia de México
Tras su captura, Miguel Ángel Félix Gallardo vivió el juicio más largo en la historia de México, según varios expertos del tema. Pasaron 28 años para que el capo más poderoso del país conociera su sentencia en 2017 la cual quedó estipulada con 37 años de cárcel acusado de acopio de armas, cohecho, delitos contra la salud y homicidio, así como tráfico de drogas y lavado de dinero.
En el momento de su captura a sus 43 años, la fortuna del narcotraficante se calculaba en más de 50 millones de dólares que lo situaban como una de las personas más poderosas del país. Pero el paso del tiempo dentro de las celdas del penal estatal de Puente Grande, Jalisco, han cobrado la salud de Félix Gallardo que a sus 76 años de edad ha perdido la visión de su ojo derecho, sufre de sordera, está en silla de ruedas y padece una neumonía grave.
Miguel Ángel Félix Gallardo es el único integrante del Cártel de Guadalajara encerrado en prisión tras la condena que “Don Neto” cumple en casa por su estado de salud y con la fuga de Caro Quintero quien tras ser liberado en 2013 por un tribunal escapó al enterarse que se revirtió la decisión.
En la primera entrevista concedida en muchos años, el “Jefe de jefes” aseguró ser “un cadáver el cual no espera más que ser enterrado en la raíz de un árbol”:
“Mi salud es pésima, mi familia está haciendo un hoyo para yo ser enterrado en un árbol (…) No tengo pronóstico de vida ninguno, puesto que perdí todo. Perdí la sensibilidad, los oídos, los ojos”, dijo el narcotraficante que cambió la historia del narco.
RMG