Ante el inminente regreso a clases presenciales el próximo 10 de agosto, se ha encendido el debate en torno a la pertinencia y seguridad de este retorno a las aulas, mismo que ha dividido posturas tanto de padres, maestros, alumnos y autoridades.
En entrevista con Adela Micha para El Heraldo TV, July Mendoza García, vicepresidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia y presidenta de la Unión Neoleonesa de Padres de Familia, explicó la complejidad que representa este retorno a las aulas ante las diferente posturas de todos los actos involucrados.
Al respecto, la experta destacó las posturas divididas que existen, pues según datos de una encuesta realizada a padres de familia de todo el país por el organismo, ante la pregunta si considerando que este regreso es voluntario estarían dispuesto a mandar a sus hijos, a distancia, presenciales o bajo un modelo híbrido, las respuestas se dividieron.
38.6 por ciento prefieren regresar a distancia; 35.3 por ciento, presencial y con un sistema híbrido estuvieron a favor 26.1 por ciento. Lo que ha puesto de manifiesto que el deseo de los padres se ha dividido en tercios y ya no es clara una postura como al final del ciclo escolar.
Debe existir corresponsabilidad de todos los actores
Ante este panorama, July Mendoza García, destacó lo interesante y complejo que resulta este nuevo retorno a clases, pues la respuesta de los padres ha sido muy diversa, al igual que las condiciones de cada uno de los estados.
En este sentido la vicepresidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia destacó que sea cual sea el formato en que los padres decidan enviar a sus hijos a la escuela, es importante que exista una corresponsabilidad de todos los actores.
De este modo los padres que se comprometan a tener a su hijo a distancia, deberán darle el acompañamiento adecuado dándole seguimiento a sus tareas y aprendizajes, revisando día a día su aprovechamiento.
De igual forma si el padre quiere que se regrese de manera mixta, deberá comprometerse a mantener en casa a sus familias vigiladas, con los filtros sanitarios necesarios y atentos a la presencia de algún síntoma; mientras que las escuelas deben cumplir con ciertos requerimientos.
El gobierno también debe hacer su parte, revisar si existe el presupuesto suficiente para que cada escuela tenga las condiciones para el regreso.