En el último año, la Iglesia católica en México pasó de tener 30 a 86 comisiones diocesanas y religiosas de protección a menores de edad, con las que busca “romper la cultura del encubrimiento” a sacerdotes abusadores para implantar otra “de la cero tolerancia” a los casos de pederastia.
De acuerdo a datos del Vaticano, en México se han registrado en la última década al menos 271 casos de sacerdotes denunciados por pederastia, de los cuales, reconoció, muchos fueron encubiertos.
En entrevista con El Heraldo de México, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo auxiliar Alfonso Miranda Guardiola, detalló que a principios de 2020 sólo 30 de las 95 diócesis y arquidiócesis del país contaban con un protocolo de protección a menores, pero actualmente son más de 80 (85 por ciento del total); además, suman seis comisiones religiosas.
“Obedece a atender el problema en sí, que ya tenemos décadas con él en la sociedad y en la Iglesia; al llamado insistente del papa Francisco y al apoyo de la Nunciatura en el impulso de la creación de las comisiones… Estamos cumpliendo esta orden o instrucción del papa, al mismo tiempo con el criterio, de ya hace muchos años dentro de la Iglesia de la tolerancia cero y de ningún caso más”, dijo.
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Dichos grupos tienen el objetivo de ser apoyo para prevenir, identificar y denunciar cualquier abuso a un menor dentro de la Iglesia, dando acompañamiento psicológico y legal a la víctima; a la par, se debe iniciar los procesos contra el acusado ante autoridades civiles y canónicas.
Miranda Guardiola explicó que la meta es que toda la estructura de la Iglesia cuente con este protocolo. Para ello, este mes la CEM celebra el primer Encuentro Nacional de Responsables Diocesanos y Religiosos de Protección de Menores.
Por Iván E. Saldaña
dza