Bajo el frío amanecer casi de madrugada y los inclementes rayos del sol pasado el mediodía soportando temperaturas arriba de los 30 grados, cientos de trabajadores públicos y privados de la salud de la primera línea de batalla contra la Covid-19, llevan cinco días esperando les apliquen la primera dosis de la vacuna tanto en el Hospital Militar Regional como en el Hospital General del ISSSTE, ambos en la capital potosina.
Varios de ellos manifestaron su malestar porque aseguran en el transcurso de estos días, mientras ellos esperan hasta doce horas con la esperanza de ser vacunados, personajes como la multicampeona de frontenis Paola Longoria junto con parte de su staff, así como funcionarios de la Secretaría de Salud del Gobierno Estatal y directivos de los principales hospitales públicos y privados, han sido ingresados por servidores de la nación a las instalaciones militares para que les apliquen el inmunológico.
Este viernes se pudo apreciar que la fila de trabajadores de la salud que exigen ser vacunados estaba desde la entrada al Hospital Militar, sobre la calle de Ontañón, hasta dar vuelta al internado para menores “Damián Carmona”, ya sobre la avenida Juárez también conocida como Calzada de Guadalupe.
Raquel Contreras, dentista de una clínica privada dijo que toda la semana ha estado acudiendo de las cinco de la mañana y hasta las siete de la tarde, pero que no ha tenido la suerte de ser vacunada y explicó que el personal del Hospital Militar todos los días les dicen que las vacunas que hay son para personal de segunda dosis y no les dan fecha para aplicarles la primera a los que faltan.
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“Llega gente recomendada, dicen que hay muchas listas, seguimos en espera porque esto es mucho de suerte y de palancas”, lamentó.
Personal médico a la espera de vacunas sobrantes
Pamela Torres, también dentista del sector privado narró que también lleva toda la semana yendo desde las cuatro de la mañana sin ser vacunada y el personal militar les aseguró que este jueves les aplicarían la primera dosis, pero sólo si sobraban de las aplicaciones de las segundas dosis, lo cual no ha podido ocurrir.
“El martes hablamos con un servidor de la nación para que pudiera orden porque tenemos muchos días aquí, todos desde las cuatro de la mañana y para que no nos digan nada, no hay un día completo que te digan ahora sí los vamos a vacunar”, apuntó.
Pasada la una de la tarde, una oficial médico-militar de apellido Meléndez quien dijo ser la encargada de la vacunación abrió la reja del estacionamiento y comenzó a llamar personas para luego ingresarlas a que fueran vacunadas, se trataba de personal médico de instituciones privadas como la Beneficencia Española, el Colegio de la Profesión Médica y de otras dos clínicas particulares.
Al suceder esto, quienes llevan toda la semana esperando ser vacunados comenzaron a reclamar por qué a ellos no los atendían y sí al reducido grupo, por lo que les tuvieron que explicar que quienes estaban recibiendo el inmunológico estaban en lista de espera desde enero pasado y que ellos tendrán que esperar a que lleguen más vacunas.
Por Pepe Alemán
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