Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, hizo un llamado para disminuir sensiblemente la huella hídrica en la producción de alimentos, pues indicó que el desarrollo del campo se basa en políticas que promuevan la sustentabilidad.
Durante una cátedra con alumnos de la carrera de Ingeniería en Agronomía del Centro Universitario de la Costa Sur, de la Universidad de Guadalajara, el funcionario federal indicó que los temas del agua y suelo son prioridad. Aseguró que es factible realizar prácticas de conservación para obtener más toneladas por hectárea y con menos recurso hídrico.
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Recalcó la necesidad de formar alianzas entre la academia, los investigadores, productores, autoridades y el sector privado, con el fin de impulsar la aplicación de la ciencia, la investigación, la tecnología y las buenas prácticas agrícolas.
“Tenemos que poner mayor atención al tema de la huella hídrica, a través del desarrollo del presente sin que sea a costa del futuro”.
Exhortó a tomar conciencia sobre la cantidad de agua que se utiliza para producir diversos alimentos: por ejemplo, para una hamburguesa se requieren dos mil 400 litros del vital líquido; un litro de leche, mil litros; dos huevos, 400 litros; un vaso de jugo de naranja, 170 litros; una taza de café, 140 litros, y una manzana, 70 litros.
El secretario dijo que en una agricultura más sustentable México podrá mantener un papel relevante como productor y exportador de alimentos y añadió que hay una deuda histórica con los productores de menor escala y las familias rurales.
En tanto, la rectora, Lilia Victoria Oliver Sánchez, resaltó la vinculación de la Secretaría de Agricultura con el sector productivo para mantener el crecimiento de la producción de alimentos y su abasto a nivel nacional.
Indicó que la agricultura es un motor del desarrollo regional y representa un espacio para abrir oportunidades a profesionistas vinculados a esta área del saber.
Posteriormente, autoridades estatales y federales examinaron un proyecto para la instalación de un laboratorio de análisis de suelo, del que se prevé un impacto favorable en alrededor de siete millones 300 mil hectáreas de esta entidad, Colima, Nayarit, Michoacán y Guanajuato.
mfa