A un año del asesinato de la niña Fátima, las autoridades capitalinas revelaron que no fue la señora Irma Reyes quien denunció primero la ubicación de sus sobrinos y presuntos homicidas Giovanna Cruz Hernández y Mario Alberto Reyes Nájera.
Hubo alguien que realizó antes, una llamada telefónica para dar a conocer el paradero de la pareja homicida en Tlazala, municipio de Isidro Fabela, en el Estado de México.
La fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy, indicó que fue a esta persona, a la que se le entregó la recompensa de 2 millones que ofrecían por los asesinos de Fátima.
“Y la recompensa sí se entregó. Se hizo un análisis, una cosa fue lo mediático pero quien nos dio la información que nos ayudó tanto a la Fiscalía como a la Secretaría a ubicarlos de manera muy precisa, fue a quien se le entregó la recompensa”, expuso.
La abogada de la ciudad rechazó que las dos personas vayan a salir de la cárcel por un posible amparo.
“Están vinculadas a proceso con una carpeta muy sólida en la investigación; no hay posibilidades como se ha manejado que hicieron un amparo y van a salir”, aseguró.
Godoy Ramos indicó que, debido a que ha cerrado intermitentemente el tribunal, se ha retrasado el cierre de la investigación pero los dos se encuentran bajo proceso y en prisión.
Por Jorge Almaquio García Chagoya
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