Con tacos de mole, fajitas, agua de jamaica y tequila el presidente Andrés Manuel López Obrador festejaron el resultado de la IX Cumbre de Lideres de Norteamérica, celebrada el pasado jueves en la Casa Blanca.
El agasajo culinario se dio en la Residencia Oficial de México en Washington, en casa donde habita el embajador de México en Estados, Esteban Moctezuma Barragán y a decir fuentes consultadas que estuvieron en esa cena, el mandatario mexicano estuvo muy satisfecho con sus encuentros con el presidente estadounidense, Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
La sazón de la comida mexicana, la cual también estuvo acompañada con mezcal, estuvo a cargo de uno de los empleados de la embajada, quien también tiene un servicio de banquetes, donde ofrece comida mexicana.
También se conoció que en las reuniones bilaterales se hablaron de temas que no se hicieron públicos. Por ejemplo, Justin Trudeau le manifestó al presidente López Obrador su preocupación por la reforma eléctrica, especialmente por una posible afectación a empleados canadienses que depende este sector.
El presidente mexicano le explicó que es una propuesta que busca abaratar costos, sin afectar a la clase trabajadora de ningún país, además de que se busca fortalecer las empresas de Estado mexicano.
Con Biden se tocó el tema, pero fue de manera general. Incluso, el mandatario mexicano lo abordó como parte de la explicación sobre las reformas que se impulsan desde su administración.
El festejo, en la casa del embajador mexicano, no se prolongó por el mandatario voló de regreso muy temprano para prepara el evento conmemorativo de la Revolución mexicana que está por celebrase en el Zócalo.
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