Todo imperio tiene un comienzo, y el considerado hombre más peligroso y poderoso del narcotráfico, Joaquín Guzmán Loera, comenzó el suyo desde abajo, desde que era una agricultor de marihuana a los 15 años de edad para sortear las carencias de su familia en Badiraguato, Sinaloa, donde trabajó en el rancho La Tuna y vendía naranjas al no haber más fuentes de trabajo, aseguró en su entrevista con Kate del Castillo y Sean Penn.
Antes de ser el líder del Cártel de Sinaloa, “El Chapo” fue escalando peldaños cuando dejó Badiraguato y fue a la capital Culiacán con su tío Pedro Avilés Pérez alias “El León de la Sierra”, el narco que lideró las principales rutas del trasiego de drogas durante las décadas de 1960 y 1970 hasta su muerte en 1978.
Con las enseñanzas de su tío Pedro Avilés, Guzmán Loera fue inmiscuyéndose en el narco hasta que gracias al contacto de su tío con “El Jefe de Jefes”, Miguel Ángel Félix Gallardo, formó parte de sus filas cuando creó el Cártel de Guadalajara.
Con Félix Gallardo, “El Chapo” Guzmán trabajó para él comenzado como su chofer; sin embargo, en ese tiempo, era renegado por el tío de los Arellano Félix quien lo veía como alguien inferior a él, pero el de Badiraguato estaba convencido de querer hacer algo grande en el crimen organizado.
“El Chapo” formó su propio grupo de sicarios
Tres policías que se infiltraron en la organización del narco y que posteriormente fueron testigos protegidos, Ramón Lira, Jorge Godoy y René López revelaron el día en que vieron por primera vez a Joaquín Guzmán haber actuado con su grupo de sicarios que fue conocido como “Los Dormidos”.
Fue durante la década de 1980 cuando “El Chapo” Guzmán formó a “Los Dormidos”, los cuales tenían como principal encomienda asesinar a los narcos rivales a la organización de Félix Gallardo, y además se encargaban de desaparecer los cuerpos de sus víctimas, según relatan en el documental "The Last Narc" de Amazon.
Los expolicías relataron que al acudir a una llamada de auxilio dentro de una casa, entraron al lugar y ahí vieron una cruenta escena donde había una persona descuartizada mientras que Guzmán Loera reía sin ningún remordimiento, aunque se señala que estaba bajo los efectos de la droga.
En el mismo sitio estaba también Miguel Ángel Félix Gallardo quien evitó que se llevaran preso a “El Chapo” y a sus sicarios. Nunca se reveló la identidad del cadáver hallado, solo que los sicarios de Joaquín Guzmán se encargaron de desaparecer los restos del cuerpo fragmentado.
A finales de 1989, con el arresto de Félix Gallardo y la formación de células criminales en el narco, Joaquín Guzmán se asoció con el “Mayo” Zambada, Héctor “El Güero” Palma y Juan Jesús Esparragoza “El Azul” para formar el Cártel de Sinaloa, considerado como una de las organizaciones criminales más importantes que se ha formado en el país.
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RM
