Pedro Díaz Parada es considerado como uno de los líderes históricos del narcotráfico en México. Fue líder del Cártel del Istmo y es recordado por asesinar al juez que lo sentenció a 33 años en prisión y se mantuvo en libertad por 15 años hasta que volvió a ser capturado en enero del año 2007.
Díaz Parada fue uno de los principales productores de marihuana en las zonas de Oaxaca y Guerrero por lo que su participación dentro de los cárteles mexicanos fue fundamental para abastecerlos del enervante que enviaban hacia Estados Unidos.
Especialistas en el tema del narco como Alicia Molina describen a Díaz Parada como un criminal tan poderoso y violento como otros delincuentes como Miguel Ángel Félix Gallardo, Caro Quintero o hasta Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Pedro Díaz se manejó con un bajo perfil en los medios desde sus inicios en la década de 1960. Sin embargo, sería en la década de 1980 cuando el apodado “Cacique de Oaxaca” o “El Capo de Oaxaca” logró ganar notoriedad por el crecimiento de sus negocios.
Los tentáculos criminales de Díaz Parada se extendieron por los estados de Guerrero, Oaxaca, Chihuahua, Durango, Veracruz y Chiapas e incluso llegó hasta el entonces Distrito Federal. En Veracruz, Pedro Díaz tuvo una importante alianza con Amado Carillo “El señor de los cielos”
Algunas de sus alianzas le trajo problemas al quedar enmedio de la guerra entre el Cártel de los Arellano Félix contra el Cártel de Sinaloa de “El Chapo”. Llegó a ser un “estorbo” sobre todo para los planes de expansión de Guzmán Loera, precisa Alicia Molina.
El día que Pedro Díaz asesinó al juez que lo sentenció
“El Capo de Oaxaca” escapó en dos ocasiones de la cárcel, la primera en 1985 del penal de Santa María Ixcotel, Oaxaca, pero en septiembre de ese mismo año, Pedro Díaz fue recapturado por sus nexos con el narcotráfico en los delitos de delincuencia organizada y contra la salud. Durante su juicio, el juez federal Pedro Villafuerte Gallegos le dictó una sentencia de 33 años en la cárcel.
“Yo me voy a ir y tú te vas a morir", fueron las palabras que el fundador del Cártel del Istmo dijo al juez Villafuerte después de escuchar la sentencia condenatoria, según fuentes periodísticas de la época.
Dos años pasaron desde aquella amenaza cuando el cadáver del juez Pedro Villafuerte fue encontrado con 33 impactos de bala en su cuerpo junto con una nota que decía “Una bala por año”.
La segunda ocasión que en “El Cacique de Oaxaca” logró escapar fue del Reclusorio Oriente de la capital del país en 1992 y durante 15 años estuvo en libertad hasta que en enero de 2007 fue recapturado por efectivos del Ejército y de la Policía Federal.
Cuando fue detenido, el narco llevaba en su automóvil varias armas de fuego de uso exclusivo de las fuerza armadas con fines de comercialización además de grandes cantidades de droga también para su venta. El narco fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
RMG