El Arzobispado de Guadalajara ha girado instrucciones a templos y parroquias de Jalisco para que se cumplan las nuevas medidas preventivas (Botón de Emergencia) para cortar la cadena de contagio del coronavirus, tal como lo informó el gobernador Enrique Alfaro.
Entre las restricciones está la suspensión de celebraciones religiosas del 16 al 31 de enero; sin embargo, los templos estarán abiertos para la oración individual, pero siguiendo con el cuidado del aforo. La desinfección y limpieza de las bancas e instalaciones deben ser constantes. Al ingreso, deberá haber un tapete sanitizante, todos los fieles deben portar cubrebocas, aplicarse gel antibacterial y respetar la distancia de cortesía.
Cabe recordar que en Jalisco se han incrementado la cifra de muertes, contagios y hospitalizaciones por complicaciones graves provocada por la enfermedad respiratoria.
Mediante un comunicado, el cardenal tapatío Francisco Robles Ortega, insistió en que se mantiene la dispensa de la celebración dominical para los feligreses católicos.
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“Podemos advertir, con preocupación, que son cada vez más los casos de personas enfermas en nuestras comunidades cristianas. Por ello, seguimos uniéndonos a los esfuerzos de la sociedad jalisciense en el seguimiento de las indicaciones de la Mesa de Salud”.
Además, con los brotes de COVID-19 que se han dado en distintos asilos, se exhorta a las familias a intensificar el cuidado de los adultos mayores.
En Jalisco, la Arquidiócesis de Guadalajara es responsable de la Catedral de Guadalajara, Basílica de Zapopan y la mayoría de templos y parroquias. Sin embargo, existe también la Diócesis de San Juan de los Lagos, que es independiente y tiene un obispo, pero al estar en territorio jalisciense también deberá acatar las instrucciones sanitarias del gobierno estatal que tienen carácter de "obligatorio".