En su quinto intento, diputados de Morena lograron aprobar ayer la reforma que permitirá al Ejecutivo disponer de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar para destinarlos, en teoría, a la compra de la vacuna contra el COVID-19.
La aprobación de los cambios a la Ley General de Salud se logró en medio de acusaciones de fraude al recabar la votación (242 votos a favor, siete en contra y cinco abstenciones), porque la secretaria de la Mesa Directiva, Guadalupe Díaz (Morena), demoró unos segundos en informar su resultado, a fin de dar tiempo a que se registraran los sufragios necesarios para lograr el quórum.
Esto impidió que el dictamen fuera frenado como ocurrió una noche antes, cuando la oposición reventó la sesión, en protesta porque el documento establece que los recursos “podrán destinarse a fortalecer acciones en materia de salud” y no a la vacuna contra el nuevo coronavirus, como sostuvo la fracción mayoritaria.
“Usted había ordenado el cierre del tablero y no había quórum. La secretaria (de la Mesa), en un absoluto fraude, tardó en seguir su instrucción”, acusó la priista Claudia Pastor.
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Los gritos y señalamientos provocaron que la presidenta de la Mesa Directiva, Dulce María Sauri decretara un receso.
Tras 15 minutos se reanudó la sesión, con el compromiso de los coordinadores del PAN, PRI, PRD y MC de presentar una queja por la conducta de Díaz.
“Habremos de seguir y darle el curso que marcan nuestras normas internas”, dijo Sauri.
La negativa de Morena a precisar que los recursos se destinarán a la compra de la vacuna provocó que la oposición acusara que, en realidad, quieren destinarlos al gasto corriente.
“No se van a ir a atender las necesidades de los mexicanos, se van a ir al gasto corriente y eso es una traición a la patria”, aseguró la diputada priista María Alemán.
La morenista Laura Imelda Pérez reiteró que el objetivo es hacer frente a la emergencia sanitaria sin dejar de cumplir con el objetivo del fondo.
Por Nayeli e Iván Saldaña