Rusia tiene bastantes problemas en estos momentos, por si no fuera poco, la tensión contra Estados Unidos aumentó y por ende su política exterior ha dado un "volantazo". De acuerdo con un documento que recientemente fue redactado por el Kremlin de Moscú, se han establecido las bases de lo que será la acción gubernamental en el panorama internacional. Detallaron que ahora serán más combativos cuando se trate de frenar la influencia estadounidense en el resto del mundo. Y es que debemos recordar que la rivalidad entre estas dos potencias surge de que uno funge para el otro como el antagonista político.
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Dos formas de ver el mundo, dos oposiciones y muy incompatibles entre sí
Los expertos han descrito que Rusia y Estados Unidos son el claro ejemplo de la confrontación violenta pero cautelosa. Y es que ambos tienen dos formas diferentes de ver el mundo, sus visiones son radicalmente opuestas y en muchos aspectos, son incompatibles. Las dos superpotencias se han disputado históricamente la influencia sobre regiones del mundo con interés geoestratégico. Por ejemplo, Estados Unidos, —rodeado por sus aliados— acabó viendo y capitalizando el colapso de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que daría paso a lo que hoy se conoce como la Federación de Rusia.
Lo que inicialmente el difunto Mijaíl Gorbachov, jefe de Estado de la URSS, diseñó como una "pacífica transición" hacia la democracia liberal, acabó en un régimen híbrido con tintes autoritarios que combina el conservadurismo con la nostalgia del pasado soviético.
El régimen gubernamental culminó en la invasión a Ucrania
Los expertos que han seguid de cerca el tema mencionaron que la invasión ilegal de Rusia a Ucrania fue el último clavo en el ataúd del —ya de por sí— extraordinariamente frágil coexistencia con Estados Unidos. Definió los compases iniciales del siglo XXI y despertó una nueva colisión entre los viejos enemigos, creando semánticas acaloradas y guerras proxy —cuando dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos, en vez de enfrentarse directamente—. Despierta la tensión de la Guerra Fría y recuerda al mundo la pesadilla que claramente no se pudo enterrar en el pasado.
¿De qué va ahora la política exterior de Rusia?
Ahora, en el texto donde el gobierno ruso marca las nuevas líneas de acción exterior, se incluyen algunos apéndices que no pasaron desapercibidos en Occidente. Especialmente a los políticos de la Casa Blanca, pues las palabras utilizadas en este texto —además de haber sido meticulosamente calculadas— no se andan con ningún rodeo. Aclaran que Rusia tiene la misión —última y superior— de “eliminar los vestigios del dominio de Estados Unidos y otros Estados hostiles en los asuntos mundiales”.
Regresaríamos al mundo multipolar
Asimismo, detallan que la estrategia del futuro en materia de alianzas, serán quitar las duras sanciones económicas. De esta forma, Rusia pretende acercarse a los países neutrales o no alineados con las grandes potencias económicas, apuntando directamente a las emergentes como: Brasil, India, regiones de África, etc. De este modo, Vladímir Putin incentivará la creación de un supuesto "régimen multipolar" que cree nuevas uniones estratégicas y contrapesos al ámbito occidental y sus aliados.
No obstante —y aunque el país Euroasiático parece querer comandar en una tropa antiimperialista— también hay en su renovada doctrina un apartado que señala nítidamente que se reserva el derecho a intervenir en países vecinos o aliados en caso de protestas masivas que “amenacen la estabilidad” de los regímenes amistosos. O sea que tendría carta abierta de irrumpir en las actividades locales.
Ya hay antecedentes puntuales en este tipo de casos, por ejemplo, en las injerencias de los países considerados "satélites" por la comunidad internacional como lo son: Bielorrusia o Kazajistán, esta nueva hoja de ruta supone la primera actualización de una doctrina rusa. Asimismo, este texto no se había actualizado desde el 2016, y se tienen vastos motivos para mirar con preocupación los "nuevos poderes" que Vladímir Putin se concede a sí mismo en esta nueva cruzada. Por lo mientras, veremos como el mundo se sigue estirando como una liga, hasta que en algún punto el desgaste del elástico se rompa. Esto definirá si lo que vendrá después nos brindará una coexistencia pacífica y la famosa multipolaridad... o no.
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