Tras ser acusado de aceptar sobornos, el magnate de la energía rusa, Igor Shkurko, fue encontrado muerto en la celda en la que se encontraba detenido, en una cárcel ubicada en la provincia de Yakutsk.
Shkurko era el director general de la compañía de energía Yakutskenergo, y fue acusado de pedir un soborno por alrededor de 113 mil pesos, algo que el empresario rechazaba.
Hasta el momento no se conocen más detalles de su muerte, aunque las autoridades carcelarias rusas señalan que no hay señales de actividad criminal en su muerte, por lo que se considera que probablemente fue un suicidio.
“El 4 de abril, el acusado fue encontrado en una celda del centro de predetención sin signos de vida. A su llegada, los equipos médicos certificaron su muerte. Un equipo de investigación llegó a la escena y, de acuerdo con datos preliminares, no hay rastros de actividad criminal”, detalló el Servicio Penal Federal de Rusia.
Padre de dos niños, Shkurko militaba en el partido de Vladimir Putin, Rusia Unida. Su trabajo era el de liderar el soporte técnico en la compañía, la cual provee de energía a la región de Yakutia, una de las más frías del territorio ruso.
“Lo recordaremos como una persona hospitalaria y abierta, con un gran corazón y un buen sentido del humor, la dedicada cabeza de una familia muy unida”, señaló la compañía Yakutskenergo en un comunicado de prensa.
Este es el más reciente caso de una muerte ligada con el círculo cercano de ejecutivos que administran el lucrativo negocio del gas ruso. Investigaciones de medios internacionales señalan que podrían estar relacionados con tramas de lavado de dinero.
Entre las muertes sospechosas se encuentran la del encargado de seguridad de Gazprom, Alexander Tyulyakov; Vladislav Avayev, vicepresidente de Gazprombank, y la de Leonid Shulman, quien laboraba en Gazprom Invest.
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