Un terremoto magnitud 7.8 y varias réplicas causaron devastación en Turquía y Siria, pues centenas de edificios colapsaron tras los sismos, dejando a miles de personas atrapadas bajo los escombros, y aunque los rescatistas y voluntarios trabajan a marchas forzadas para rescatar a las personas con vida, lo cierto es que no se dan abasto pues la emergencia es mucha y las manos faltan. Entre las decenas de historias que han surgido por la catástrofe está la de un joven sirio que se grabó estando atrapado, pidiendo ayuda.
El joven es una de las miles víctimas que quedaron atrapadas bajo los escombros, en medio de la desesperación que siente por encontrarse en esa situación, halló fuerzas para grabar el video y explicar lo que él, junto a otras personas, están viviendo. La grabación fue compartida en redes sociales y se viralizó rápidamente, el medio de comunicación catarí Al Jazeera difundió el clip que da muestra de lo que se está viviendo en el país asiático.
En el video se ve al joven sirio con la cara llena de polvo blanco, comienza diciendo: “No sé cómo describir la sensación de alguien que ha pasado por esto. Como pueden ver, estoy debajo de los escombros”. Instantes después cae más polvo y explica que junto a él hay alrededor de cuatro familias atrapadas, y vecinos. “No sé si moriré o seguiré con vida”.
“Que Dios nos ayude”, dice el joven casi al finalizar el video, pero antes explica que volvió a temblar. Tanto la identidad del joven, como su localización exacta se desconocen. Tampoco se sabe si logró ser rescatado.
Hasta este 9 de febrero de 2023, el balance oficial de ambos países (Siria y Turquía), muestra que más de 21 mil personas han muerto por el desastre natural, además aún hay varias atrapadas bajo los escombros.
Catástrofe en Siria
Siria lleva más de 11 años en medio de una guerra que ha causado miles de muertes y desplazamientos. Los constantes bombardeos dañaron los edificios que terminaron cediendo con el movimiento de la tierra. El terremoto dejó una devastación inaudita.
Francisco Otero y Villar, coordinador general de Médicos Sin Fronteras para las operaciones en Siria, explica que la situación en el país es desoladora, pues hay ciudades enteras, barrios enteros reducidos a nada, miles de personas se han quedado en la calle, según documenta El Mundo.
Otero y Villar explicó que a dicho país no ha llegado ningún equipo de rescate, por lo que la gente trabaja con lo poco que tiene. “Están escarbando con sus propias manos en los escombros. Levantando trozos de cemento. Están agotados”.
Mientras se pierde tiempo preciado y vital para el rescate con los esfuerzos de las personas sin maquinaría, una luz de esperanza llegó este jueves 9 de febrero, pues el paso de Bab Al Hawa, en la frontera entre Turquía y Siria, ha abierto por primera vez. Es la única puerta de entrada de la ayuda humanitaria a las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país en guerra.
Además, este jueves llegó un primer convoy con ayuda humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Está compuesto por seis camiones con productos higiénicos y tiendas de campaña, aunque cabe señalar estaba previsto desde antes del terremoto.
Así, de a poco, la ayuda llega a Siria, una que hace mucha falta y que se debe apresurar, pues con el tiempo encima y las condiciones climatológicas que causan temperaturas bajo cero, el tiempo apremia.
DMGS
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