Desde finales de año vimos a un presidente ruso muy decidido a iniciar de manera diferente el 2023. Ahora confirmamos que Vladímir Putin tiene el claro propósito de invadir —de manera gigantesca— a Ucrania a través de una "discreta" y poderosa ofensiva que ha planeado durante meses. La idea que tiene en mente es compensar todas y cada una de las derrotas en el frente desde que dicho conflicto bélico comenzó. Esta tensión se ha extendido a nivel mundial y ha generado que muchas organizaciones de presencia internacional se dividan en apoyar a uno u otro país, aunque la balanza se ha inclinado hacia la región de Europa Occidental.
Vladímir Putin tiene dos cartas maestras
Para cambiar el rumbo de la guerra, ya sea para destinarla al fracaso o conseguir una victoria, el mandatario ruso tiene dos cartas maestras que podrían marcar el final de la guerra. La primera se enfoca en aumentar el número de efectivos militares y la segunda en incrementar la presencia del ejército en Bielorrusia. Sin embargo, los expertos que han seguido de cerca el conflicto bélico creen que ninguna de las opciones de Vladímir Putin podría ser la clave para llevarlo a la victoria.
De acuerdo a los informes del Institute for the Study of War (ISW) el Kremlin de Moscú está aumentando el número de sus uniformados, lo cual no es un secreto para nadie. Ahora los datos duros comparten que se ha elevado la edad de reclutamiento y ha recuperado divisiones militares que habían sido disueltas. Así pues, Rusia incrementará los efectivos de 1,15 millones a 1,5 millones en 2026, además de que los blogueros rusos afirman que su mandatario convocaría una movilización total en las próximas semanas.
Bielorrusia encabeza la lista de preocupaciones de Ucrania
La segunda carta que tiene pensado utilizar el presidente de Rusia, es este territorio que se ha vuelto clave en dicho conflicto bélico. Algunos analistas e incluso el propio Volodímir Zelenski interpretan este movimiento como una "posible antesala" a la nueva fase de la guerra. Y es que de acuerdo con Alex Kokcharov, un analista de riesgo centrado en Rusia, Bielorrusia y Ucrania, es probable que el Kremlin de Moscú esté preparando montar la gran ofensiva entre enero y marzo de este año, al menos así lo detalló durante una entrevista que le hizo el medio internacional El Confidencial.
"El movimiento de equipo militar ruso a los campos de entrenamiento en el sur de Bielorrusia siguió a la visita de Putin a Minsk. Según los informes, uno de los temas discutidos fue la cooperación militar entre Rusia y Bielorrusia, que se ha intensificado desde el establecimiento de una fuerza conjunta en octubre de 2022. Además, el jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valeriy Zaluzhnyi, advirtió de los preparativos de Rusia para otra ofensiva contra Kiev a principios de 2023", explicó Alex Kokcharov.
Cabe destacar que en las maniobras militares los rusos utilizarán todos los aeródromos, polígonos de la fuerza aérea y las tropas de defensa aérea de Bielorrusia. Asimismo, está previsto que hasta el 1° de febrero se lleven a cabo patrullajes a lo largo de la frontera para el recibimiento de las tropas tácticas. Y aseguran que todas estas tareas son "puramente defensivas", según Víktor Jrenin, ministro de Defensa bielorruso. Por su parte, su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, afirmó que los ejercicios se llevan a cabo para "desalentar que los potenciales oponentes intenten una escalada o provocaciones".
Los analistas cuestionan si esto es una estrategia o una distracción
De acuerdo con Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, la intención de mantener un papel más activo en la guerra y que su territorio se convierta en un trampolín para la nueva ofensiva... no es la meta en sí. Por su parte, Vladímir Putin aseguró que no está ejerciendo presión sobre su homólogo bielorruso para ceder ante sus estrategias militares. Sin embargo, ni Ucrania ni Occidente confían en sus palabras. Y es que el presidente Volodímir Zelenski ya advirtió sobre los posibles ataques desde Bielorrusia y ante los extraños movimientos de Rusia, han aumentado sus fuerzas militares para garantizar la seguridad en su frontera con el mencionado país.
Recordemos que el mandatario ruso visitó a Aleksandr Lukashenko y esto desató un sin fin de rumores sobre una posible cooperación. Ante esto, Ucrania reforzó la defensa en la frontera con un mayor envío de unidades y un minado a una parte del territorio. El envío de tropas ucranianas a la frontera de Bielorrusia puede ser la estrategia de Rusia con las maniobras militares. Otra de las expertas que fue mencionada en el artículo de El Confidencial, la política bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya —que huyó del país en 2020— alertó que el propósito de estas acciones "es amenazar a los ucranianos, distraerlos y desviar la atención de sus tropas de la parte este del país hacia las fronteras del norte".
Donbás sigue siendo el frente prioritario para los rusos, y de acuerdo con Andriy Yusov, representante de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, el mandatario ruso Vladímir Putin ordenó al nuevo jefe de las Fuerzas Armadas rusas, Valeri Gerásimov, conquistar el óblast de Donetsk para marzo. La misión de este nuevo encargado se enmarcó después de los enfrentamientos en Soledar —una ciudad sin valor estratégico— que ahora mismo se postula como una gran victoria para Rusia. Todo gracias a que las fuerzas del Grupo Wagner tomaron el control del territorio, mientras que Ucrania se resiste.
Ahora bien, la lucha continúa en Bajmut después de meses de ofensiva. "La batalla de Bajmut es la clave para los planes futuros de ambos bandos en Donbás. Si los rusos logran ocupar la ciudad, intentarán recuperar parte del territorio perdido desde septiembre", señaló el experto en seguridad internacional del King's College de Londres, Emmanuel Karagiannis. Pero para lograrlo, Rusia necesita —todavía más— soldados en el frente.
Entonces, ¿debemos temer a la ocupación de las tropas en Bielorrusia?
Para poder hacer todos los movimientos planeados, es necesario que Rusia tenga más y mejores tropas además de que sepa usar el terreno a su favor. Por otra parte, la carta que incluye el territorio de Bielorrusia podría generar temor entre las organizaciones internacionales. Reportes de expertos OSINT apuntan que Rusia ordenaría la movilización de hasta 500 mil reclutas, además de los 300 mil que convocó el pasado octubre. Algo que señala el bloguero ruso y exoficial de inteligencia, Igor Strelkov, es que "habrá una segunda ola de movilización" que los obligará a "llevar a cabo la segunda, y tal vez la tercera ola. Para ganar en Ucrania, necesitaremos convocar al menos a otro medio millón de soldados",
Y es que, en resumen, aunque Rusia sí tenga la capacidad de reclutar esa cantidad de efectivos militares, no tiene la capacidad de entrenarlos a todos para la siguiente ofensiva y más si pretende que sea en lo que resta de febrero y el comienzo de marzo. Un ejemplo de esto fueron los efectivos militares muertos en Donetsk. 63 murieron en un ataque con misiles HIMARS, o al menos eso describió el Kremlin de Moscú. Como Ucrania aumentó a más de 400 elementos, cientos de soldados —que se encontraban en una escuela de la región de Makiivka y que utilizaban como almacén de artillería— los interceptaron. La crítica de los altos mandos fue tan brutal, que señalaron otros errores estratégicos en el frente como: aglutinar en un mismo edificio a cientos de soldados.
"¿A quién se le ocurrió la idea de colocar personal en gran número en un edificio, donde incluso un tonto entiende que si golpean con artillería, habrá muchos heridos o muertos?", escribió el bloguero militar Arcángel Spetznaz Z.
La OTAN respalda a Ucrania
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha dicho abiertamente que su apoyo incondicional será para Ucrania. Le ha mandado los famosos tanques Leopard, entre otros apoyos militares con el fin de que termine la guerra a su favor. Ahora, las cartas que a Rusia le quedan por jugar no son un as, pero siguen siendo lo suficientemente amenazadores para Ucrania en una nueva fase de la guerra. El objetivo del Kremlin de Moscú es recuperar la iniciativa que perdió después de la contraofensiva de Járkov y Jersón —regiones ucranianas— y para conseguirlo necesitará más que un aumento de efectivos militares. Por su parte, el país de Europa Occidental también tiene planes para este 2023 y "pondrá toda la carne en el asador para aumentar su capacidad militar de cara a la primavera", concluyó Alex Kokcharov, el analista de riesgo centrado en Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
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