Como El Heraldo Digital te lo había platicado en una de las historias más conmovedoras de la tragedia en Turquía y Siria, una bebé le devolvió la esperanza a ambas regiones con su nacimiento. A pesar de la adversidad, Aya —como nombraron a la recién nacida— llegó a este mundo en condiciones extremas. Sana y salva los rescatistas la sacaron de entre los escombros aún con el cordón umbilical colgando. Claro que, debido a que su llegada fue improvisada, la pequeña tuvo heridas las cuales están siendo atendidas por el doctor Hani Maarouf en el hospital de Afrin, en la provincia siria de Alepo. Ahora la bebé permanece dentro de una incubadora hasta que tenga la fuerza para salir al mundo y reunirse con su tío abuelo paterno.
Miles perdieron su hogar, y la familia de Aya no fue la excepción
Las cifras oficiales de las regiones afectadas apuntan a que un millón de personas perdieron sus casas, sin embargo la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 300 mil se han quedado sin hogar en tan solo dos de las provincias azotadas por los temblores. Tal fue el caso del familiar que acogerá a Aya. Salah al-Badran es el tío del padre biológico de la bebé, y él junto con su familia se harán cargo de la recién nacida en cuanto sea dada de alta del hospital. Pero por el momento y dado que su residencia fue una de las tantas destruidas en la ciudad de Jenderis, en el noroeste de Siria, se tendrán que resguardar en una tienda de campaña.
El nuevo núcleo de la pequeña está conformado por 11 personas y los medios internacionales compartieron que a penas si pudieron escapar de su edificio, ya que se encontraban en la primera planta. De acuerdo con la declaración que The Associated Press le tomó al tutor “después del terremoto, nadie puede vivir en su casa o edificio. Solo el 10 por ciento de los edificios aquí son seguros para vivir y el resto es inhabitable”. Así que hasta que Aya pueda resistir las condiciones que le esperan, su pediatra la dará de alta. Aunque cabe destacar que este fuerte bebé permaneció al menos 10 horas en una caótica situación.
Lo que se sabe del milagroso nacimiento es que su madre, Afraa Abu Hadiya, su padre y sus cuatro hermanos se encontraban dentro de un edificio de cinco plantas. Sin embargo, los últimos fallecieron en el momento en el que la estructura se desplomó. Lo que estiman los médicos es que su progenitora la dio a luz y después falleció, solo un par de horas antes de que los rescatistas las descubrieran. En total, la niña permaneció 10 horas debajo de los escombros, de las cuáles 8 pudieron ser de labor de parto. Casi enterrada en el concreto y aún unida a su mamá por el cordón umbilical, logró sobrevivir hasta que los voluntarios la sacaron y la trasladaron de urgencia al hospital.
Su llegada conmocionó al mundo entero, miles de personas deseaban adoptarla y brindarle un hogar temporal hasta que uno de los familiares de la niña apareciera. Sin embargo eso no fue necesario dado que el tío abuelo apareció rápidamente y dijo que se haría cargo de su sobrina.
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