Cuando Yesid Vásquez, alias “La Perris”, fue arrestada todavía era una adolescente de 17 años de edad, pero años antes había seguido al pie de la letra el encargo que le hacía su jefe narco del cártel colombiano conocido como la Oficina de Envigado, que era enganchar a menores de edad a quienes les enseñaba cómo disparar armas de fuego para servir a los capos.
“La Perris” vivía con su mamá quien recordó aquel 19 de julio de 2011 cuando su hija fue arrestada, dijo que ese día Yesid le pidió permiso para ir con una amiga a quien acompañaría para comprar ropa y calzado; sin embargo, instantes después recibió la llamada telefónica de la policía que le indicaban que “La Perris” había sido capturada.
¿Por qué “La Perris” fue arrestada?
De acuerdo con la policía, Yesid fue capturada en el momento en que enseñaba a un menor de 16 años cómo manipular una arma de fuego, un revólver calibre 38; sin embargo, esa no era la primera vez que “La Perris” era arrestada, ya que anteriormente cayó por posesión de drogas:
"Eso le pasó por boba, pues ese pelao fue quien le dijo que lo acompañará a llevar esos 'fierros'”: dijo la mamá de Yesid.
Los agentes colombianos indicaron que seguían la pista a “La Perris” dado que tenían fuertes sospechas que ella era una especie de instructora para reclutar a sicarios para la Oficina de Envigado, y cuando lograron atraparla cuando enseñaba a un adolescente a disparar, comprobaron su hipótesis.
¿Cómo fue que “La Perris” dejó la escuela para ser sicaria del narco?
Yesid Vásquez nació y creció en el barrio Santa María dentro del municipio de Itagüí al sur del área metropolitana. Su mamá entrevistada por el medio local El Tiempo, aseguró que “La Perris” era una niña muy dulce e inteligente, pero cuando cumplió 13 años y cursaba el séptimo grado del colegio, su vida cambió de manera radical.
La menor contó que ya no quiso estudiar más en la escuela ya que una de sus compañeras de del salón la amenazaba y abusaba de manera constante, solo por el hecho de vivir en El Tablazo, el cual era un barrio considerado como enemigo por parte de la abusadora, el cual no pertenecía a la zona del colegio.
"Le dio miedo seguir estudiando y, aunque le dije que se metiera en otro colegio de aquí (El Tablazo), nunca quiso. A cambio, me ayudó con las labores de la casa y a cuidar a sus hermanitas", recordó la mamá de la adolescente quien paulatinamente comenzó a conocer gente dentro del crimen organizado que le ofrecieron ser una “halcón”.
No pasó mucho tiempo para que “La Perris” ganara la confianza de los narcos, hasta que terminó por ser la fiel escolta de Erick Vargas, alias “Sebastián”, uno de los líderes de la Oficina de Envigado, que además le encargó reclutar a los menores de edad para entrenarlos como sicarios, hecho que la convirtió en casi un mito por parte de los vecinos y de sus rivales que ofrecían hasta 4 millones de pesos y una moto por su cabeza; no obstante jamás se pagó el dinero ya que la sicaria quedó arrestada.
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