Un hombre de 91 años y su hijo de 59 están siendo juzgados por la muerte de una mujer que padecía esclerosis múltiple desde 1998. La paciente, de 63 años, fue encontrada sin vida en su habitación la cual estaba llena de basura y olía a orines y excremento, además de tenía múltiples llagas y únicamente pesaba 30 kilos.
Julie Burdett estaba bajo el cuidado de su papá Ralph y de su hermano Philip, sin embargo, pese a tener una enfermedad crónico-degenerativa, no recibió la atención médica requerida ya que, según ambos hombres, ella había expresado su deseo de no ser llevada a algún hospital pues tenía el trauma de cuando su mamá sufrió y murió en uno.
De acuerdo con la BBC, los hechos ocurrieron el 15 de enero de 2019 en Leicester, Inglaterra, cuando los paramédicos llegaron a la casa de la familia Burdett y encontraron que ésta olía a orines y excremento, además de que estaba llena de desechos, ya que Ralph es un acumulador extremo.
Después subieron a una de las habitaciones y fue cuando encontraron el cuerpo de Julie. La mujer de 63 años estaba en el piso sin vida, y alrededor de ella había mucha basura. Cuando le preguntaron a su padre por qué estaba así sabiendo que estaba enferma, el hombre dijo que dos semanas antes se había caído de la cama pero que tuvo miedo de levantarla y lastimarla, por lo que la dejó ahí a petición de su hija.
"Quería obtener ayuda, pero para hacerlo tendría que ir en contra de sus deseos. Ella estaba tan decidida que yo no debía pedir ayuda y no debía mover nada. Ella dijo: 'déjalo, papá... Prométeme, papá, que no dejarás entrar a nadie más que tú y Philip'", relató el hombre en una audiencia este martes 19 de abril.
"Hicimos todo lo que pudimos"
Durante la comparecencia ante las autoridades, Ralph dijo que no notó que Julie estaba agonizando, y que de haberlo sabido habría hecho todo lo posible por ayudarla, ya que él y su hijo Philip la amaban demasiado. "Creo que Philip y yo hicimos todo lo que pudimos para ayudar a Julie en la situación", mencionó el hombre de ahora 93 años durante su comparecencia ante un tribunal de Leicester.
Sin embargo, el personal de salud que encontró el cuerpo de Julie dijo que la mujer tenía severas laceraciones en el cuerpo, y que estaba muy lastimada por haber estado en la misma posición durante mucho tiempo. Además, padecía una severa desnutrición, pues al momento de morir únicamente pesaba 30 kilos, "nunca había visto un nivel tan grave de daño por presión", dijo uno de los médicos.
Tanto Ralph como Philip fueron acusados de homocidio involuntario y por permitir la muerte de un adulto vulnerable. Ambos se han declarado inocentes ante dichos cargos, pero el juicio por el fallecimiento de Julie Burdett continúa.
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