Hace 3 años el mundo entero hacía eco de unas de las noticias más catastróficas de la época contemporánea, tomando en cuenta la magnitud de la pérdida arquitectónica y cultural que se daba. Millones de personas vieron a través de redes sociales y de su TV como Notre Dame se incendiaba.
Ante esto, han pasado 3 años desde ese 15 de abril cuando se sucedían estos hechos lamentables. Desde entonces han pasado muchas cosas, la más importante la restauración del valioso inmueble.
Reconstruir una proeza
Al cabo de este tiempo, Notre Dame ha avanzado mucho en su reconstrucción y restauración con el afán de que se vea igual o mejor que antes del incendio. Se espera que la catedral sea reabierta en 2024, aunque aún no se sabe si ésta la hará Macron o Marine Le Pen.
Cabe recordar también que la misma noche del incendio, la colecta mundial comenzó para su reparación; en tres días habían obtenido 800 millones de euros. Sumado a este dinero, de inmediato se creó un concurso internacional para que llegaran propuestas que pudieran reconstruir la aguja y el tejado.
Fue así como Norman Foster presentó una obra con un techo de cristal, una aguja de cristal y acero inoxidable. El paisajista Clément Willemin propuso una azotea de madera transitable por los visitantes con un jardín colgante en el centro. Otros estudios plantearon la creación de un invernadero, una aguja con forma de llama e incluso una piscina.
Finalmente se impuso la opción de reconstruir una aguja idéntica a la que tenía el templo antes del incendio.
Hallazgos arqueológicos
Hace unas pocas semanas, se concretó un hallazgo arqueológico durante las excavaciones y reparaciones, mismo que fue dado a conocer por el ministerio de Cultura francés.
En ese momento se encontró una parte de la antigua tribuna que separaba el coro de la nave, un elemento construido hacia 1230 y destruido a comienzos del siglo XVIII.
La excavación también descubrió una base empedrada, anterior al siglo XVIII, y bajo la cual se hallaron numerosas sepulturas, situadas a su vez sobre suelos que podrían remontarse al siglo XIII. Entre ellas un sarcófago antropomorfo realizado íntegramente en plomo, que podría remontarse al siglo XIV, y que por sus características y localización debía de albergar los restos de un alto dignatario.
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