El 15 de julio de 1976, Frederick Newhall Woods -de 24 años- y otros dos hombres secuestraron un autobús con 26 niños a bordo en Chowchilla, California. Ese día, interceptaron al conductor Ed Ray cuando volvía de la escuela con los estudiantes de entre 5 y 14 años y los obligaron a acompañarlos.
Frederick y sus cómplices, los hermanos Richard y James Schoenfeld, quienes no tenían más de 25 años, según los reportes, manejaron en carretera por más de 12 horas y luego llegaron a una suerte de búnker ventilado ubicado en una propiedad del padre de Woods en Livermore, California.
En el lugar había colchones y algunos refrigerios, según la agencia AP y un reporte de CBS con base en los testimonios posteriores de las víctimas del secuestro. Entonces, los tres jóvenes metieron a los niños y al chofer del autobús escolar al sitio y prácticamente los enterraron vivos.
A pesar de que este búnker contaba con algunos ventiladores improvisados con baterías que permitían la circulación del aire bajo la tierra, el "techo" comenzó a colapsar debido al peso y las 27 personas secuestradas estaban en potencial riesgo de quedar sepultados con el paso de las horas.
"El crimen del siglo"
Frederick, Richard y James consideraban que su delito podía pasar a la historia como "el crimen del siglo" y se tardaron cerca de un año en planearlo. Para cuando creyeron haberlo concretado, llamaron a la Junta de Educación de California y exigieron el pago de un rescate por cinco millones de dólares, pese a que los tres provenían de familias adineradas.
Sin embargo, con lo que no contaban es que 28 horas después de haber enterrado a las vícitimas, los niños y el conductor comenzarían a quitar la tierra y abrirse paso para poder escapar. Una vez que lo consiguieron todos corrieron para buscar a alguien cerca y denunciar lo que les habían hecho, entonces encontraron a unos trabajadores y éstos llamaron a la policía.
Todas las víctimas sobrevivieron afortunadamente y dos semanas después de lo que pasó, Frederick y sus cómplices fueron detenidos. Se les juzgó por el secuestro y los sentenciaron a cadena perpetua sin posibilidad de conseguir la libertad condicional, sin embargo, una apelación ante los tribunales revocó la última medida, y quedó abierta la opción de ser liberados con el paso de los años.
Buscan darle libertad condicional
Debido a que los tribunales resolvieron que los tres condenados podían obtener la libertad condicional pese a la sentencia de cadena perpetua, Richard Schoenfeld salió de prisión en 2012 y su hermano James corrió con la misma suerte tres años después. No así con Frederick Woods, quien lleva 18 intentos por hacer efectivo el beneficio.
El pasado viernes 25 de marzo, tuvo lugar una audiencia a distancia para Frederick, en la que nuevamente su defensa pidió que se considerara otorgarle la libertad condicional ahora que ya tiene 70 años. En ella, el detenido dijo que ahora comprendía bien el terror y trauma que le causó a sus víctimas, además de que se responsabilizó totalmente por el atroz acto.
Esta opción será evaluada por un panel de la Junta de Audiencias de Libertad Condicional de California, y si se aprueba, el hombre podría dejar la prisión dentro de los 120 días posteriores a la fecha de la audiencia; además, el recurso también debe ser evaluado por el gobernador Gavin Newson.
Aunque no todas las víctimas están de acuerdo con la liberación condicional de su tercer secuestrador, muchos otros consideran que los más de 40 años que ha pasado en la cárcel son suficientes ya.
@chikistrakiz
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