Un hombre fue sentenciado a 22 años de prisión después de que confesó ante las autoridades de Manhattan en Estados Unidos que le cortó la garganta a su madre para tratar de acelerar su herencia multimillonaria. Jared Eng, de 25 años dijo que ella "se merecía un hijo mejor" después de revelar el espantoso crimen.
Entre lágrimas y con la voz cortada, frente a la Corte Suprema de Manhattan recibió la condena por haber asesinado en enero de 2019 a su progenitora, Paula Chin, de 65 años .
“Mi madre merecía un destino mucho mejor que el que tuvo, se merecía felicidad, se merecía nietos, pero sobre todo se merecía un hijo mejor”, dijo ante al juez Maxwell Wiley.
En un principio, el delincuente negó haber matado a su madre pero se declaró culpable el 16 de septiembre de un cargo de asesinato en segundo grado. Además le dijo a la corte que estaba avergonzado y “abrumado por la culpa”, pues lo hizo solamente para cobrar una herencia que valía alrededor de 11 millones de dólares.
También relató que además de cortarle la garganta a su madre arrojó su cuerpo en Nueva Jersey ya que estaba ansioso por obtener su dinero antes de tiempo al menos cuando tuviera 35 años. La fortuna fue heredada por el padre del joven, quien murió de cáncer de pulmón en 2008 la cual sería dividida y entregada cuando ella muriera.
Durante el atroz crimen golpeó y acuchilló a su madre en su apartamento de Tribeca, luego fue ayudado por varias mujeres con las que al parecer salía en ese momento y ellas fueron quienes lo ayudaron a deshacerse del cuerpo y limpiar la evidencia. Los fiscales presentaron los mensajes de texto entre los tres sobre cómo planearon el encubrimiento.
Eng y su novia, Jennifer López, supuestamente limpiaron el apartamento ensangrentado después del asesinato y luego usaron una bolsa de lona para transportar el cuerpo de Chin en el baúl de su propia camioneta a su casa en Nueva Jersey.
La otra novia de Eng, Caitlyn O'Rourke, se reunió con ellos en Nueva Jersey días después para ayudar a limpiar la escena y arrojar el cuerpo de Chin a un bote de basura, donde fue hallado por autoridades con signos de descomposición después de que el hermano de Eng alertara sobre la desaparición de su madre.
Ambas mujeres, actualmente enfrentan cargos por ocultar el cadáver, mientras que a Eng no le quedó otra opción que confesar el terrible crimen: “Sé que no hay palabras que vengan a hacer esto bien, pero entiendo que tengo que expiar el crimen que cometí”, dijo.
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