Al menos 15.1 millones de vacunas para prevenir un cuadro de Covid-19 grave han sido desperdiciadas en Estados Unidos desde el 1 de marzo a la fecha, de acuerdo con datos oficiales. La cadena NBC News reportó que el número podría ser mayor, ya que la información no es completa, puesto que faltan algunos estados y muchas veces no se incluyen los motivos para desechar las dosis.
Dos cadenas de farmacias nacionales, Walgreens y CVS, notificaron más de 2 millones de dosis desperdiciadas cada una, mientras que en Walmart y Rite Aid, la cifra se situó en más de un millón de dosis, según los datos solicitados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades a los establecimientos y los estados del país.
¿Por qué se desechan las vacunas?
El descarte de una dosis puede deberse a que el frasco esté agrietado, a un error de dilución, a problemas de refrigeración o a la presencia de una dosis disminuida en el vial. Pero también si no se han utilizado todas las dosis de un frasco en las horas posteriores a su apertura, deben tirarse.
Sin embargo, algunos analistas sostienen que el número de desperdiciadas es mínimo en comparación a las que se han aplicado desde diciembre, el cual asciende hasta 438 millones, pero aun así sólo el 53% de la población cuenta con un esquema completo. Por el contrario, más expertos señalan que tirar las vacunas también es una consecuencia de la acaparación; en tanto, países africanos como Kenia o Etiopía el porcentaje de personas vacunadas con al menos una dosis no supera el 4%.
El acaparamiento de los países ricos
Tan sólo en febrero pasado, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, hizo un llamado urgente para consensuar un plan de vacunación mundial que revierta el acaparamiento de las vacunas. Guterres criticó duramente la distribución "tremendamente desigual e injusta", porque sólo diez naciones han distribuido el 75% de las inoculaciones.
msb